Costa Rica no escapa al flagelo de las pandillas criminales. Aunque en menor escala e impacto que en el resto de la región centroamericana, el país ha sentido en los últimos 15 años el embate de este tipo de organizaciones delictivas que toman barrios y siembran de inseguridad a sus habitantes.
El periodista Alonso Mata, del diario La Nación de San José, se adentra en lo que él mismo denomina “el laberinto” de algunos de estos grupos en la barriada denominada La Carpio, un enclave de inmigrantes, en su mayoría nicaragüenses, al oeste de la capital.
Su testimonio y relato, minucioso, riguroso, detallado, balanceado y sobrio, brinda un vívido retrato desde las entrañas de estos grupos, sus protagonistas y sus “modus operandi”.
“Viven al margen de la sociedad, y ahí, pagando la condena de su expulsión, caminan por los callejones de La Carpio, drogados de poder. Gozan del respeto de sus camaradas, el dominio de su territorio y el resguardo de sus fierros. Acechados por sus enemigos, escuchan los pasos de la muerte y sufren el tormento de un mañana huérfano de esperanza”, dice el reportero.
Un trabajo periodístico digno de recomendar por la multiplicidad de fuentes, de datos, de testimonios y por ampliar el horizonte del tema a esfuerzos personales, comunales e institucionales para limpiar de esas lacras a la barriada.
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