¿Cuándo veremos circular en las calles el último periódico impreso?
Los pronósticos son categóricos, sin vuelta de hoja.
Para Estados Unidos fijan la fecha en el 2017.
En España en 2024.
Y en América Latina en el 2040.
Así lo expone el laureado escritor nicaragüense Sergio Ramírez Mercado al repercutir, en La Nación de San José, predicciones de Ross Dawson experto australiano en medios de comunicación.
Será cuestión de años más o menos pero todo apunta a que la onda expansiva digital tensa con fuerza la sobrevivencia de los medios impresos.
Ramírez, quien no oculta su pasión por el periodismo y el sustento que a su obra dan muchos contenidos de los diarios impresos, plantea un interesante análisis sobre esta vertiginosa transición en que están sumergidos los medios tradicionales impresos hacia las plataformas digitales.
“…frente a esta perspectiva –advierte Ramírez– lo más inquietante no es la materia de que estarán hecha los periódicos, ni la forma en que las noticias llegarán a nosotros, sino cómo estará definido en términos éticos y de sustancia el universo de la información, desde luego que cualquiera que sea el mundo en que vivamos, siempre dependeremos de la necesidad de saber lo que ocurre. Nadie ha previsto por el momento un mundo de seres solitarios, que no tengan que comunicarse entre sí.”
Ramírez toca un ámbito crucial para el ejercicio del periodismo, aquel de la implicación ética. Importa no tanto el cómo van a llegar a los usuarios las informaciones sino con cuánta solidez, fundamento, seriedad y responsabilidad.
Esa disyuntiva de discriminar en las opciones digitales la validez, la rigurosidad, la precisión de las informaciones la viven los periodistas y sus audiencias ya. El reto para el oficio es con cuánta solvencia se le está dando respuesta a inquietudes como las que expone Ramírez.
Recomendamos su análisis por oportuno y estar profundamente vinculado a la esencia del quehacer periodístico.
Y, por supuesto, nos interesa su punto de vista.
Y, por supuesto, nos interesa su punto de vista.