Este lunes en una conferencia de prensa para evaluar la primera semana de la Copa Confederaciones, situados en una posición incomoda debido a la crítica de gastos correspondientes a la Copa del Mundo 2014 , el secretario general de la FIFA, Jerome Valcke, y el ministro de Deportes de Brasil, Aldo Rebelo, adoptaron posiciones diferentes para comentar sobre el tema.
Mientras Valcke optó por “defensa”, explicando cómo la FIFA reinvierte el dinero recaudado del evento y garantizando que no hay posibilidad alguna de que Brasil deje de ser el país anfitrión para el próximo año, el ministro Aldo Rebelo se fue al “ataque” – como viene siendo habitual en los subordinados de la presidenta Dilma Rousseff, el ministro se quejó de la cobertura crítica del evento, culpando a la prensa por la respuesta popular a la inversión pública en la copa del mundo, que se ha dado durante las protestas en todo el país.