El dictador Augusto Pinochet dispuso de toxinas botulínicas capaces de eliminar a miles de personas dentro y fuera de Chile, reveló la ex directora del Instituto de Salud Pública (ISP) Ingrid Heitmann.
La ex directora del ISP Heitmann confesó la destrucción, en 2008, de dos cajas llenas de ampollas de toxina botulínica.
Esta operación se efectuó sin informar al Gobierno de la época, de Michelle Bachelet.
Las armas químicas que Augusto Pinochet (1973-1990) adquirió para sus planes de guerra interna y externa fueron entregadas en el propio palacio presidencial de La Moneda, según confirman documentos policiales y judiciales reservados a los que accedió ayer la agencia periodística DPA.
Los químicos pasaron más de dos décadas ocultos en los subterráneos del ISP. La doctora Heitmann dice haberse “espantado” cuando los encontró. (Foto: UPI)