Boris Ramírez, periodista en Hablando Claro
La solicitud de PuroPeriodismo.com de analizar la carrera de Pilar Cisneros Gallo, codirectora de Telenoticias, Costa Rica, me permite esbozar un planteamiento que siempre me he cuestionado, del sello, estilo y huella de esta mediática colega.
Su trabajo como profesional periodista me lleva a ubicarla en dos extremos. Por un lado un efectismo como una forma de práctica periodística. En el otro, un particular estilo de ejercicio periodístico que gusta a algunos, pero no convence a otros.
Haré ese abordaje desde dos perspectivas.
1- Como parte de su equipo de trabajo.
Entre 1995 y 1996 siendo ella directora de revistas de La Nación, fui parte de su equipo en la desaparecida revista Rumbo (publicación especializada en el periodismo de análisis político-económico). En ésta tenía como responsabilidad ser el editor de la sección Política cuatro años antes de su llegada.
Todas las semanas dedicábamos una mañana; otras veces, la tarde incluida, para discutir temas, enfoques, corroboración de estudios, escogencia de fuentes informativas, elementos de contexto y otros para profundizar los temas y los contenidos editoriales.
A su llegada participó en las primeras reuniones, luego con el paso del tiempo, no participaba en esto -que era para el equipo periodístico- era una práctica fundamental y esencial. Fueron intensas las discusiones, en algunas oportunidades, por el tono y la esencia que pretendía darle a la publicación. Eso, no lo puedo olvidar, porque me causó una enorme extrañeza. A esas alturas, ella ya era una reconocida periodista con experiencia en prensa escrita (La Nación) y televisión (Canal 4 y Canal 7).
Reconocí en esos años una enorme capacidad de trabajo y un gusto por la espectacularidad. Allí comencé a ver su predilección de causar efectismo, dejando algunas consideraciones de rigurosidad y profundidad.
Le reconozco, en ese período, que nos dio un absoluto respaldo ante una investigación que realicé junto con la colega Any Pérez, acerca de un sofisticado entramado financiero que le cuestionamos a Miguel Ángel Rodríguez. Era una operación para salvar la operación de una de sus empresas, por medio de un dudoso crédito a una cooperativa. Tras la indagación, búsqueda, cotejo de datos, corroboración de información llegamos a su oficina, para la entrevista. Mientras efectuábamos las preguntas, don Miguel nos dijo (no es textual, pero sí fiel): he conversado con todos los directores de medios de este país para que dejen este tema y vienen ustedes dos a cuestionarme.
Llegamos a la redacción, le contamos el incidente a Pilar Cisneros y nos dio un absoluto respaldo. La publicación se realizó y contamos con su apoyo, para la realización del mismo. Eso me corroboró la vena periodística que ha tenido a lo largo de su carrera.
2- Como ciudadano-periodista-televidente.
Usuario de los telenoticieros, como lo soy, por formación, vocación e interés he tenido muchas discrepancias con el manejo, formulación y enfoque de muchas de sus aportaciones.
La televisión, en particular su protagonismo en Telenoticias (medio de comunicación más influyente del país), no me deja un sabor dulce. Teniendo la incidencia y el impacto, me queda la sensación de que muchas de sus entrevistas no tenían conducción, carecían de producción y no profundizaba. Muchas eran una especie de cuadrilátero, donde dos posiciones –entre más encontrada mejor- ofrecían un espectáculo, antes que un proceso informativo.
Muchas de las secciones que potenció mezclan, como debe ser en televisión, un aura de espectáculo, pero que muchas veces se han pasado de la raya, desde mi concepción, de los cánones del Periodismo.
Un reclamo ciudadano es que teniendo todas las posibilidades no le gustaba promover un debate de temas de alto calado nacional, que tanto requiere el ciudadano, para estar informado. No podemos olvidar que estudios nos indican que un 85% de la población se informa desde los telenoticieros.
Temas fundamentales como el referendo para el TLC con Estados Unidos que no contó en este espacio (tampoco en los otros telenoticieros) del necesario debate y análisis; la pobre cobertura previa de los últimos procesos electorales son un enorme déficit con Costa Rica.
La excesiva cobertura periodística de sucesos y espectáculos, bastante desproporcionada, respecto de otros géneros periodísticos, es algo que tampoco se puede dejar pasar sin un señalamiento, que tiene más de queja, que de lamento.
Esto que escribo he tenido al menos tres posibilidades de conversarlo directamente con la colega. Dos veces en un espacio de autocrítica que realizamos en el programa Hablando Claro, junto con Vilma Ibarra, en Radio Columbia. Han sido programas intensos, en los cuales, siempre ha primado una sana confrontación de posiciones diferentes. Otra vez lo analizamos en su oficina, ante una discrepancia que mantuve con una de sus periodistas.
Le reconozco su valentía al tratar algunos temas. La capacidad que tiene -cuando se lo propone- de focalizar y no dejar evadir a funcionarios sobre los cuales pesan fuertes cuestionamientos. Le reconozco haber utilizado la posición editorial a Telenoticias. Muchos de estos editoriales memorables.
A modo de cierre
Esa es mi sensación respecto de la evaluación de Pilar Cisneros. No la hago con mezquindad, sino como un ejercicio necesario, que urge en el Periodismo costarricense. Debemos ser más críticos, en la posibilidad que nos ha dado este país, en la forja de la libertad de expresión y en la construcción necesaria de una sociedad más equitativa, desde medios de comunicación que hagan fluir de manera clara, transparente, comprometida y con posiciones, la información necesaria.
En la última polémica que desde Hablando Claro mantuvimos con Pilar Cisneros el 9 de mayo de 2013, nos indicaron de manera directa: “Quienes son ustedes para enseñarle Periodismo a Pilar Cisneros”.
No era el objetivo de esa evaluación que hicimos darle cátedra, ni enseñarle como hacer el ejercicio periodístico. Tampoco lo pretendo con esta valoración.
La intención es generar discusión respetuosa. Los medios y los periodistas –lo he dicho en otras oportunidades- estamos debiendo a la sociedad. Yo le quedo debiendo a la sociedad, pero como periodistas, no debemos rehuir a nuestras responsabilidades de evaluarnos, ayudarnos, conjuntarnos, para seguir escribiendo la historia de la profesión que disfrutamos, amamos y respetamos.
Algo es claro el paso de Pilar Cisneros por el periodismo costarricense no pasa inadvertido.
Boris ..Hay un dicho que dice ” perro que come perro no es buen perro” en los medios de comunicación pasa algo raro, En los programas deportivos vemos árbitros retirados …despeedasando a los arbotros actuales…siendo éllos muy ralitos en su tiempo con rasras excepciones….comentaristas y locutores noveles queriendo dar cátedra de futboly arbitraje,,,Yo le escucho a usted como un teórico y un didacta,puede que muy bueno… pero más eso.. figuras de impacto en periodismo…hay pocos. Pilar, Greyvin. Amelia….Pilar se va por asuntos económicos y punto….un medio se mantiene por publicidad sobre todo la propaganda políticas que son clavos de oro en campaña …y Pilar no vende el Alma por dinero otros…otros si recordemos el sainete de Ignacio con José María….Yo los escucho…aprendeo en ocasiones ..en otros me quedan debiendo …Saludos.