La guerrilla se financia con la explotación de tungsteno, material usado para fabricar móviles y tabletas electrónicas.
De acuerdo con una investigación del diario El Mundo, los guerrilleros del Frente Acacio Medina de las FARC vigilan los accesos y no permiten que nadie se acerque. También permiten que dos empresas legales puedan explotar la mina de Cerro Tigre, en la Reserva Nacional Natural Puinawai, para engañar a las autoridades.