Budista, amante de las armas y decepcionado, amén de una persona de la que sus conocidos jamás esperaban una acción como el tiroteo en la base de la Marina, así describe Sergio Gómez Maseri, corresponsal de El Tiempo de Bogotá al reservista estadounidense Aaron Alexis que el lunes perpetró la matanza de 12 personas en un edificio en Washington D.C. ”
Por el momento los que han hablado son sus amigos y familiares, quienes todavía no salen del asombro. “Lo que sabemos es que él no era esa clase de personas. Nada de lo que le escuché me hizo alguna vez pensar que era una persona de cuidado. Nadie en esta familia se lo esperaba¨, sostiene Anthony Little, esposo de su hermana.
Nutpisit Suthamtewakul, un inmigrante tailandés con el que Alexis compartió vivienda durante varios años en Seattle, estado de Washington, dijo también que nunca vio asomos de violencia en su amigo.
“Era una persona tranquila, fácil de llevar. No puedo creer que él haya hecho esto. Él era mi mejor amigo, como un hermano”, afirmó este hombre a la cadena CNN. De acuerdo con Suthamtewaku, Alexis practicaba el budismo, meditaba con frecuencia y se había empeñado en aprender tailandés, lengua que ya dominaba con destreza.
Según Suthamtewaku, aunque siempre le causó curiosidad la fascinación de Alexis por los juegos de videos violentos y las armas, pero nunca, en los tres años que vivieron juntos, mostró agresividad alguna”, añade el diario.