En la trepidante era digital donde cualquiera puede intervenir las comunicaciones de otros, la garantía de confidencialidad de los periodistas investigadores a sus fuentes es clave.

Así lo ratifica el diario canadiense The Globe and Mail que acaba de instalar un sistema de seguridad informático para garantizar absoluto secreto a sus fuentes en el manejo de sus enlaces con el medio.

Dice el diario: “En un intento de crear una manera segura y segura para las fuentes y los denunciantes de comunicarse con nosotros,  The Globe and Mail se ha convertido en el primer medio de comunicación canadienses en lanzar un sistema conocido como SecureDrop.

Ya utilizado por The New Yorker, The Guardian, The Washington Post y más de una docena de otras publicaciones, SecureDrop crea un canal para las comunicaciones anónimas y cifradas a través de Internet que pueden vincular a fuentes potenciales con los periodistas de investigación.

Esto significa que, siempre que un individuo tome precauciones razonables, él o ella puede comunicarse con la sala de redacción del Globe and Mail de una manera que evita que terceros puedan interceptar los datos o hagan la reconstrucción de la cadena de comunicación.

El sistema fue diseñado para preservar la libertad de prensa en la era de Internet; libertad que está en peligro de ser socavadas por hackers extranjeros, los grupos del crimen organizado y agentes de gobierno que buscan interceptar comunicaciones sensibles.

“Las organizaciones de noticias fuertes dependen de fuentes confidenciales, valientes, a menudo para asegurar que la noticia salga”, dice David Walmsley, editor en jefe del Globe and Mail. “SecureDrop es el equivalente del sobre manila del siglo 21: Proporciona un lugar anónimo para material de retransmisión que usted cree puede ser de interés público y no tiene otra manera de hacerlo público”.

 

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