Jill Abramson, veterana periodista y exeditora ejecutiva de The New York Times, de donde fue despedida abruptamente el 14 de mayo de 2014, es ahora profesora de Periodismo en la Universidad de Harvard, donde empezó su carrera en 1972. Y dice que sigue más enamorada, que nunca, del oficio más maravilloso del mundo, como lo llamó García Márquez.
Su relato testimonial aparece en Harvard Gazette donde recuerda momentos claves de su desarrollo profesional hasta estar plena de optimismo por las nuevas generaciones de reporteros a las que enseña los rudimentos de la profesión.
Dice Abramson: “Me enamoré del periodismo y del poder de la prensa para cambiar el mundo en el primer año (en la universidad) 1972-1973 . Pasé el periodo de lectura de aquella primavera estudiando para los exámenes junto a una radio de transistores que transmitía las audiencias de Watergate en vivo. Solía caminar hasta la esquina de Nini,el quiosco de prensa en Harvard Square ahora bajo nueva gestión, para comprar copias de tres días, de The Washington Post, para leer los artículos de Bob Woodward y Carl Bernstein que llevarían a la renuncia del presidente Richard Nixon al año siguiente.”