La presidenta Bachelet contra las cuerdas en medio de continuos escándalos de alegados actos de corrupción, uno de ellos, el caso Caval, en el que aparece involucrado su hijo Sebastián Dávalos, sujeto de una investigación judicial.
Al recibir un plan nacional de medidas contra la corrupción, la gobernante admitió que reaccionó tarde para denunciar y atacar el fenómeno, informa el diario La Tercera de Santiago.
Añade: “Últimamente hemos conocido corrupción (…) lo que antes algunos pocos sabían hoy se ha hecho evidente para todos. La profunda molestia para la ciudadanía con quienes están en situaciones de poder es comprensible. Necesitamos hacer cambios de fondo y eso parte por reconocer nuestra responsabilidad. Es la hora de la responsabilidad y de la acción”, añadió Bachelet.
“Estamos en deuda con Chile porque hemos carecido de firmeza y rapidez para evitar las malas practicas. Hemos afectado el orgullo que los chilenos sienten por su patria, un país históricamente transparente y honesto. Hoy es evidente que no fue suficiente”, dijo.
“Asumo mi rol en la conducción del proceso de renovación que nos llevará una democracia transparente. Hoy lo digo con claridad y dando la cara la país, pudimos hacer más para que prime la transparencia en la relación entre la política y los negocios. Pensamos que las leyes que teníamos podían limitaras malas practicas que hoy erosionan la legitimidad de la democracia”, continuó.