Los periodistas que en el ejercicio de su misión revelan información sensible de particulares se ven amenazados con la divulgación de datos privados de ellos mismos, advierte el Comité de Reporteros por la Libertad de Información de EE.UU. en un informe en el sitio Poynter.org.
El hostigamiento varía desde tonos benignos hasta amenazas de abusos sexuales o muerte como los ha sufrido la periodista Amanda Hess del sitio Slate.
Añade el informe de Jenn Henrichsen: “Amenazar a los periodistas durante su tarea informativa no es un concepto nuevo, pero la era de los medios electrónicos ha traído un nuevo método de intimidación y acoso conocido como “doxxing”.
Doxxing – llamado así porque usa documentos y también llamado doxing o d0xing – se inicia con la publicación de información personal de alguien en un entorno que implica o alienta intimidación. Por lo general se hace en línea, la información es luego utilizada por otros como una campaña de hostigamiento, amenazas y bromas.
Periodistas víctimas del doxxing, originado generalmente en algo que han escrito, encuentran que sus vidas personales y profesionales a veces se vuelven completamente al revés.
El doxxing no es exclusivo de los periodistas. Ha sido una fuente de controversia durante muchos años, incluyendo la debacle conocida como Gamergate, donde varias jugadoras fueron víctimas del doxxing y todavía sufren acoso y el abuso en línea.
El concepto de doxxing es fluido, pero a menudo comienza con una serie de llamadas telefónicas abusivas y mensajes de texto de números al azar, a veces junto con una serie de tweets y correos electrónicos de acoso. Estos pueden variar desde mensajes relativamente benignos a las amenazas de violación y muerte, como los recibidos por la periodista Amanda Hess de Slate”.