Jorge Bustos cronista de boxeo de El Mundo, Madrid, analiza en frío el combate del siglo entre Floyd Mayweather y Manny Pacquiao.
Dice: “Yo no sé qué esperaba la gente. Seguramente un tabique roto, una ceja partida, qué menos que salpicar un poco el escote de Beyoncé. El tacticismo extremo de la pelea deja un rastro de decepción, cuando no un manifiesto enojo con los jueces, y sin embargo ocurrió lo que el aficionado medio sabía que ocurriría. Si algo ha demostrado el Mayweather-Pacquiao es que el boxeo no es la salvajada que, inconfesablemente, cierto espectador desea de dos hombres semidesnudos desafiándose sobre un ring. Confío en que esta victoria de la prudencia sobre la testosterona contribuya a mejorar la imagen del boxeo en los medios”.
Es un deporte de monstruos mientras muchos pagan a alguien por ver matar,Que mundo en el que vivimos, en nada nos diferenciamos de los animales y de los que actuan igual como humanos falsos.Sadicos.