Cargados de electrodomésticos, televisores y zapatos y cargados de ilusiones, por el reencuentro, viajan semanalmente decenas de cubanos-americanos en la recién creada ruta Nueva York-La Habana en un vuelo de la compañía JetBlue, dice una crónica del diario El Mundo de Madrid.
Añade el reportaje de la periodista Carolina Martín Adalid: “Tres horas antes de que despegue el avión de la compañía jetBlue con rumbo a La Habana -una ruta que abrió el pasado 3 de julio y está disponible cada viernes a las 12.00- , una docena de pasajeros hacen cola en la planta baja de la terminal cinco del aeropuerto JFK; otros llegan apurados con miedo a perder el vuelo. La emoción y los nervios conviven, según cuentan al diario.
Con los carros repletos de bultos forrados de plástico azul -en los que se atisban varios televisores de pantalla plana-, los pasajeros avanzan por la lenta línea que “estaba llena desde antes de las ocho”, apunta uno de los trabajadores. Esa es la hora a la que los trabajadores de Cuba Travel Service (CTS) empiezan a entregar las tarjetas de embarque y la documentación necesaria para entrar en la isla y pasar la aduana -en la que hay que dar cuenta del número de electrodomésticos que se llevan, por ejemplo-“.
Ambos países reanudaron formalmente relaciones ayer con la iza de la bandera de Cuba en la embajada en Washington, dice la cadena estadounidense NPR News. EE.UU. reabrirá su embajada, que hasta ahora ha fungido como Sección de Intereses, en agosto.
Conrad Tribble, encargado de la misión de EE.UU. en La Habana hizo su primera llamada telefónica al Departamento de Estado la madrugada de ayer. La primera desde 1961.