Banqueros en la mira de EE.UU.

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El poderoso empresario hondureño Jaime Rosenthal Oliva, vinculado por autoridades de EE.UU., a una supuesta conspiración de lavado de dinero con organizaciones criminales del narcotráfico en el istmo conversó con periodistas del sitio InSightCrime en junio y narró detalles de sus relaciones comerciales con miembros de una red de empresas encausados en tribunales norteamericanos por sus actividades ilícitas.

Rosenthal Oliva, hombre de negocios de 79 años, banquero, político, cuatro veces aspirante a la Presidencia y uno de los empresarios más reconocidos de la región a la cabeza del grupo empresarial Continental desde Honduras tiene operaciones en la banca, la industria del cemento, la ganadería, las telecomunicaciones, medios de comunicación, entre otros.

Su hijo Yani Rosenthal Hidalgo, de 50 años, también fue acusado por las autoridades estadounidenses. Al igual que su sobrino Yankel Rosenthal Coello, de 46 años, presidente del popular  Club Marathon, quien fue  detenido al llegar al aeropuerto de Miami.

Los Rosenthal rechazan los cargos de EE.UU., alegan inocencia y dicen que se defenderán en las cortes norteamericanas.

Dice la crónica del periodista Steven Dudley de InSightCrime: “El octogenario hombre de anteojos parecía más cómodo respondiendo las preguntas difíciles que su hija, Patricia, administradora del Banco Continental, uno de los varios negocios de Rosenthal, que este 7 de octubre fueron incluidos por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos en su lista de Narcotraficantes Especialmente Designados (SDNT por sus iniciales en inglés), que prohíbe hacer negocios con estas empresas so pena de enfrentar sanciones.

El Grupo Continental, como se conoce el conglomerado económico de Rosenthal, también tiene intereses en sectores como cemento, bienes raíces, artículos de cuero, seguros, ganadería, proyectos agroindustriales, pieles de cocodrilo, turismo, televisión por cable y medios de comunicación, entre otros, y es considerado uno de los principales grupos empresariales del país.

Patricia Rosenthal tenía razón en estar preocupada: el tema eran los negocios del Grupo Continental con la familia Rivera Maradiaga. Más conocida como Los Cachiros, la familia Rivera Maradiaga se había convertido en uno de los mayores clanes de transporte de drogas en Centroamérica antes de que el Departamento del Tesoro de Estados Unidos los considerara, en septiembre de 2013, como objetivo de interés especial.

Los Cachiros se dieron a la fuga, y muchos de sus activos, algunos de los cuales coinciden con los intereses del Grupo Continental, fueron incautados por el gobierno de Honduras. En enero de 2015, los principales miembros de Los Cachiros se entregaron a las autoridades estadounidenses.

Durante muchos años ha habido rumores sobre la relación de los Rosenthal con la familia Rivera Maradiaga, pero nunca se ha escrito nada, hasta ahora. Y no había cargos formales contra la familia hasta que se emitió la acusación de Estados Unidos el pasado 7 de octubre”.

 

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