“De ser hijo de un sastre aprendí a hacer cosas que duran, a que la escritura permanezca tejida por años de una manera en que le permita a la historia subsistir, que le permita ser leída cincuenta años después tan bien como yo la quise escribir”. Así habla el mítico escritor y periodista estadounidense Gay Talese quien además lo tiene muy claro: en las salas de redacción sobran los periodistas perezosos.
¿Y qué se necesita para ser un gran periodista?
Se necesita –dice– de ingredientes básicos: curiosidad y perseverancia, según lo cuenta en una suculenta entrevista con la revista Semana de Bogotá.
“La gente no se abre automáticamente. Debes ser halagador, pero no demasiado. Debes venderte bien para ganar acceso, pero no abusar de él. Debes ser confiable y respetuoso para poner sus sentimientos en tus palabras y, al hacerlo, representarlos como fuente. El peligro hoy está precisamente en la tecnología, que hace que el número de periodistas perezosos se multiplique. Solo con la presencia del otro se puede ir más y más profundo”, dice Talese en la entrevista con la reportera Sara Malagón Llano de Semana.