La captura de dos sobrinos de Cilia Flores, esposa del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, acusados de traficar un cargamento de 800 kilos de cocaína por Honduras, refleja el acorralamiento de la DEA, policía antidrogas de EE.UU., al círculo íntimo del dirigente venezolano, informa el diario El Nacional de Caracas.
Ambos fueron imputados en Nueva York por conspirar para el narcotráfico, amplió el mismo medio.
Añade que, según la Fiscalía, Efraín Antonio Campo Flores, ahijado del mandatario venezolano, y Francisco Flores de Freitas, sobrino suyo, participaron en varios encuentros durante el mes de octubre para organizar el envío de un cargamento de droga a través de Honduras.
La DEA les seguía los pasos desde hace ocho meses, cayeron en la trampa de un agente encubierto y pueden delatar a más involucrados en la red del narcotráfico desde Venezuela. Los sospechosos fueron delatados por el agente antidrogas encubierto, dice el diario.
“Michael Vigil, ex director de operaciones internacionales de la DEA, dijo que existe la posibilidad de que Efraín Campo Flores y Francisco Flores de Freites vinculen a otros funcionarios del gobierno con negocios de narcotráfico”, dice El Nacional.
