El legendario periodista nicaragüense, Danilo Aguirre Solís, “el mejor titulador periodístico de todos los tiempos”, como lo describen quienes trabajaron con él, acaba de morir en Managua.
“Mandaron a asesinarlo”, tituló Aguirre a lo ancho de las ocho columnas del diario La Prensa el 10 de febrero de 1978 cuando fue perpetrado el asesinato del entonces director del medio, Pedro Joaquín Chamorro Cardenal.
Aquel hecho desató una rebelión popular incontenible en Nicaragua que acabó con el derrocamiento y la huída del dictador Anastasio Somoza el 19 de junio de 1979.
Carlos Fernando Chamorro Barrios, director del sitio Confidencial, hijo del periodista asesinado, y quien compartió con Aguirre innumerables jornadas periodísticas, lo recuerda así: “Recuerdo la primera vez que pisé la redacción de La Prensa como aprendiz de redactor en 1978. Danilo recitó escuetamente el ABC de la reportería, me asignó las fuentes económicas en virtud de mis estudios universitarios, y me mandó a la calle de la mano de Luis Hernández Bustamante a aprender el oficio. En medio de la tormenta pre insurreccional, La Prensa era entonces una nave herida en su máxima conducción, tras el asesinato de mi padre, y Danilo Aguirre se aferró al timón de su redacción para escribir las páginas más hermosas e influyentes del periodismo nacional, desde aquellos icónicos titulares ¨Mandaron a asesinarlo¨ y ¨Los enterrados serán ellos¨, hasta empujar el derrumbe de la dictadura de Somoza”.