Los votantes argentino le dieron un portazo a 12 años de administración populista kirchnerista y eligieron como nuevo presidente a Mauricio Macri un exultante ingeniero civil, empresario, exgobernador de Buenos Aires, dice diario Clarín.
Dice una semblanza del nuevo presidente argentino: “En 1995 ganó las elecciones en Boca: remodeló el estadio, construyó palcos VIP que remató en persona, creó un fondo de inversión para la compra de jugadores y puso como aval su patrimonio personal; padeció los embates y caprichos de los ídolos deportivos del momento, mantuvo una espinosa relación con el técnico Carlos Bianchi; en suma, despuntó su vocación política. En 1999 fue por la reelección, y la obtuvo, con una salvedad: Boca era su trampolín para saltar a la política.
Lo demás es historia conocida. En 2003, después de la crisis y del “Que se vayan todos” fundó Compromiso para el Cambio y se presentó como candidato a Jefe de Gobierno. Perdió frente a Aníbal Ibarra. En 2005 impulsó y dirigió la Alianza Propuesta Republicana, PRO, para los amigos. Fue diputado por la ciudad en 2005 y Jefe de Gobierno en 2007, reelecto en 2011: fue su camino para aspirar a la Rosada”.