“Si 2013 y 2014 fueron los años en que la locura se apoderó del selfie, 2015 fue cuando descubrimos lo peligrosos que son”, dice un informe especial de The Guardian de Londres.
Añade: “En enero, tres estudiantes universitarios indios murieron arrollados por un tren cuando se detuvieron en el camino a Agra y trataron de tomar una fotografía de sí mismos frente a a la máquina. Un cuarto amigo sobrevivió para contarlo. En el mismo mes, dos hombres en los montes Urales murieron mientras tomaba un selfie con una granada de mano después de haber retirado el pasador. En marzo, siete jóvenes se ahogaron en Nagpur, India, después de volcar un barco mientras posaba a su lado”.
“En mayo, Eri Yunanto murió al caer en un cráter del Monte Merapi en Java, Indonesia; en Bali un turista de Singapur, Mohamed Aslam Shahul, murió cuando fue arrastrado por un acantilado por una ola. En Rumania, Anna Ursu, de 18 años, murió mientras subía a la parte superior de un tren para una foto. En Ryazan, Rusia – en mayo – otro adolescente murió haciendo lo mismo”, dice The Guardian.