Siempre que salía de su casa en la ciudad de Temixco para hacer un mandado, ir a trabajar o visitar amigos,Gisela Mota Ocampo quería demostrar que no tenía miedo. Incluso después de que fue elegida alcalde, el verano pasado, se negó a emplear cualquier tipo de equipo de seguridad.
De 33 años de edad, la política fue asesinada el sábado por la mañana, menos de 24 horas después de que fue juramentada para su nuevo trabajo, destaca un informe del sitio Vice News.
Añade el reportaje del periodista Jan-Albert Hootsen: “El asesinato ha conmocionado a México, donde más de 70 alcaldes o ex alcaldes han sido asesinados en los últimos diez años. Sólo el año pasado se cobró la vida de cinco presidentes municipales”.
“Muchas de las muertes han sido acompañadas por los rumores de vínculos entre las víctimas y el crimen organizado, pero, aparte de un incidente de conducir ebrio en octubre pasado, Mota tenía una reputación limpia en su ciudad de casi 100.000 personas en el estado de Morelos, a unas 50 millas al sur de la capital”, informa Vice News.
