Joaquín El Chapo Guzmán, el poderoso y temido capo narco mexicano recapturado ayer en un motel de Sinaloa tras su espectacular fuga de la prisión de máxima seguridad el Altiplano de México hace casi seis meses, no era tan invulnerable, destaca una crónica del diario La Prensa de San Pedro Sula.
Añade: “Al recapturar al narcotraficante Joaquín “El Chapo” Guzmán, líder del cártel de Sinaloa, las autoridades mexicanas devolverán a su condición de reo al más huidizo de sus enemigos, un hombre con astucia de mago para burlarse de todos, como hizo en dos ocasiones de sendas cárceles de máxima seguridad.
Este viernes miembros de la Marina y de la Policía Federal detuvieron en Los Mochis al delincuente de 58 años, cuya leyenda adquirió toque de santidad el 11 de julio pasado al escaparse de manera surrealista por un túnel de 1,5 kilómetros conectado a la ducha de su celda en el penal del Altiplano (Almoloya de Juárez, central estado de México)”.
El Chapo Guzmán fue arrestado en un motel de paso en Los Mochis al que llegó tras abandonar una casa de seguridad y escapar por un alcantarillado, destaca el diario El Universal de Ciudad México.
El UniversaL agrega: “A través del sistema de alcantarillado, “El Chapo” escapó de una casa de seguridad en la que se escondía y llegó a este alojamiento, que cuenta con una veintena de habitaciones, afirmó una persona que respondió a una llamada de Efe al establecimiento pero no quiso hablar más y no volvió a responder al teléfono.
Fue en estas instalaciones en las que, como muestran imágenes difundidas por los medios de comunicación, las fuerzas de seguridad mexicanas capturaron a Guzmán, quien ocultaba su rostro gracias a una toalla blanca que le tapaba la cabeza, muy probablemente sacada del establecimiento”.