México, recorrido en estos días en escenarios multitudinarios por el Papa Francisco, es uno de los países más peligrosos del mundo para el oficio del sacerdocio. Muchos de ellos viven amenazados por los narcos y hasta celebran misa con chalecos antibalas, dice un informe de la cadena BBC Mundo. Cuarenta han sido asesinados en la última década, destaca un informe especial del periodista Juan Paullier.
“El padre Jesús Mendoza Zaragoza tiene una vista privilegiada de la bahía de Acapulco.
Pero la ubicación de su parroquia, San Nicolás de Bari, en la colonia La Laja, también es un problema.
Desde hace siete años se ha tenido que acostumbrar a que los halcones (informantes) del cartel que controla la zona acechen su iglesia.
A veces cargan armas, se drogan en los salones o intentan divisar desde lo alto la llegada de policías o militares al barrio.
Y también prestan atención por si el sacerdote, de 61 años, habla de más en misa.
“Tengo miedo, pero a veces no me queda tiempo para tener miedo”, le dice Mendoza a BBC Mundo con una sonrisa.