El fotógrafo freelance australiano Warren Richardson se alzó con el premio a la mejor imagen del año al captar, el 28 de agosto del 2015, a un inmigrante pasante a su bebé en medio de alambradas en Roszke, en la frontera entre Hungría y Serbia, anunció ayer la organización World Press Photo. El Mundo de Madrid critica la escogencia.
Richardson trabaja en estos momentos en Europa del Este.
Nació en 1968 y es un fotógrafo profesional por formación profesional.
En 2015 y mientras cubría el epicentro de la crisis de refugiados en Europa, le correspondió cubrir escenas de maltratos policial a los inmigrantes.
Su próximo proyecto lo desarrollará en el Círculo Ártico.
Su lema: “No hemos heredado la tierra de nuestros padres. La tenemos prestada de nuestros hijos”.
Alberto Rojas, cronistas de El Mundo de Madrid, criticó la escogencia: “Sólo puede haber dos razones por las que la fotografía del niño Aylan Kurdi no ha sido premiada como foto del año en el World Press Photo. La primera: que la autora de la instantánea, la turca Nilüfer Demir, no la presentó al certamen, algo bastante extraño. La segunda: que el jurado se ha vuelto loco. Parecía claro que la foto del año sería sobre refugiados, pero muchos pensaban (pensábamos) que la merecía Demir y su niño muerto en la playa”.
La foto ganadora, puntualiza Rojas, es “hermosa pero fría”.