El desarrollo de ecoturismo Rain Forest Adventures ubicado en Costa Rica habría sido idea de H.J. von der Goltz, empresario guatemalteco con residencia en EE.UU., quien en su momento habría sido el mayor cliente estadounidense del bufete Mossack Fonseca envuelto en el escándalo mundial de los “Panamá Papers“, dice un informe divulgado por el diario La Prensa de Ciudad Panamá.
Al referirse al proyecto en Costa Rica, el diario titula su informe: “Rain Forest Adventures, un negocio filantrópico” como parte de un amplio reportaje denominado “El secreto de los 50 millones de dólares”, en medio de las investigaciones sobre el bufete Mossack Fonseca, objeto de allanamientos en las últimas horas en Panamá.
Esto informa La Prensa: “Si los visitantes de Costa Rica desean tomar un tranvía que les lleve a través del dosel de la selva, aprendiendo sobre animales y plantas que hacen de este su hogar, una buena opción es visitar Rain Forest Adventures. Igual de interesante sería la historia detrás de la creación de estos sitios turísticos que, además, involucran a algunas de las personas más ricas del mundo, y a una masa de empresas offshore.
Según los documentos a los que tuvo acceso el medio alemán Süddeutsche Zeitung, se habrían utilizado empresas ficticias para enmascarar sus riesgos y posiblemente encubrir una actividad irregular. Los inversionistas incluyen a miembros de la realeza europea, un banquero suizo y reconocidos académicos. Si bien muchos de ellos parecían haber sido motivados por razones altruistas, otros habrían utilizado esta inversión como herramienta para introducir al sistema bancario dineros sin dejar rastro evidente de quién enviaba y quiénes recibían dichos fondos.
El proyecto de ecoturismo en Costa Rica habría sido idea de H.J. von der Goltz. Cuando se inició el proyecto, Von der Goltz habría solicitado a a Mossack Fonseca crear una empresa de las Islas Vírgenes Británicas (BVI). Esta se denominó Caribe Turismo Ltd. (CTL). La atracción turística se encuentra en una reserva de 475 hectáreas que bordeaban el Parque Nacional Baulio Carrillo.
El proyecto fue dirigido por Don Perry, quien fue llamado el “Jacques Cousteau de la selva”, por el diario estadounidense The New York Times.
Según los documentos compartidos por el Consorcio Internacional de periodistas de Investigación (ICIJ, por sus siglas en inglés) con 109 medios de comunicación, las identidades de los inversionistas de este proyecto, se ocultarían detrás se la sociedad CTL, dado que en dicha jurisdicción no existen registros públicos de los accionistas de las compañías.
El proyecto fue un éxito y de acuerdo con los registros compartidos por ICIJ, estaba generando alrededor de $2 millones al año en ingresos. Según estos mismos documentos, Perry abandonaría el proyecto de expansión ideado por von der Goltz tras un supuesto desacuerdo sobre este.
Con la salida de Perry, el proyecto habría tomado otro rumbo y el proyecto finalmente habría sido expandido. Según los referidos registros, esta expansión habría llevado a la creación de una empresa en Hong Kong, llamada Rain Forest Tram, que se centró en el desarrollo de un segundo proyecto en Costa Rica, así como los proyectos en Panamá y Dominica.
Esta empresa también atrajo a una impresionante lista de accionistas. Eventualmente, Rain Forest Tram crecería hasta tener más de 40 accionistas, con un valor capital de más de $100 millones. De hecho, según los documentos obtenidos por el Süddeutsche Zeitung, de acuerdo con el formulario AR1, solicitado por las autoridades de Hong Kong, en 2008, los accionistas de esta sociedad incluirían a algunos accionistas de CTL.
Finalmente, la compañía abriría el segundo parque en Costa Rica, operado por la entidad local Teleférico, y uno en Dominica, que habría cerrado debido a dificultades financieras. Según la documentación, la atracción planeada para Panamá nunca llegó a realizarse, pero sí se desarrollaron proyectos en Jamaica y Santa Lucía, en el Caribe, que continúan operando junto con ambas facilidades localizadas en Costa Rica.