“El mayor desafío que enfrenta la democracia en Nicaragua consiste no solo en desalojar del poder a un régimen autoritario, sino en forjar una nueva mayoría política y social, con la participación de todos: independientes, liberales, opositores, y sandinistas, para emprender las reformas que el país necesita en el campo de la fiscalidad, educación, justicia, productividad y competitividad”, advierte el periodista Carlos Fernando Chamorro, director del sitio Confidencial de Managua.
“El modelo de Ortega se caracteriza por una visión descarnadamente pragmática y totalizante del poder. Autoritario en lo político, combina la concentración de todos los poderes del estado, la cooptación de las cúpulas militares y policiales, el fraude electoral y el miedo a la represión”, añade Chamorro, al promover un rechazo a la reelección de Daniel Ortega en las elecciones de noviembre.