El país quedó estupefacto con lo que había en este epicentro del crimen en Bogotá: prostitución infantil, desapariciones, red de microtráfico y olla de drogas, narra una crónica de la revista Semana de Bogotá.

Añade: “El Bronx alcanzó a albergar hasta 3.000 personas que vivían en condiciones deplorables frente a la indolencia del Estado y la sociedad”.

“En la intervención del Bronx, que comenzó el pasado 28 de mayo, las autoridades encontraron huellas de sangre y túneles de más de 100 metros utilizados por las bandas del lugar. Más de 1.600, entre ellos 149 menores, estaban en el momento de la operación de las autoridades”.
“Muy pocos sitios en el mundo –dice Semana— son tan emblemáticos y representan la degradación y la desidia estatal como la llamada zona del Bronx. Está localizada en pleno corazón de la capital de la República y a menos de 600 metros de distancia del centro del poder del país: la Presidencia, la Alcaldía, el Congreso, el Palacio de Justicia, el Batallón Guardia Presidencial y el Comando de la Policía Metropolitana. Lo que allí ocurría sencillamente supera con creces cualquier película de horror. Y eso quedó en evidencia tras la operación de las autoridades la semana pasada…”.

“A pocos metros –añade Semana—  en lúgubres ‘discotecas’, decenas de menores de edad, la mayoría niñas, eran obligadas a consumir alcohol casero y bazuco. Como pago por las dosis y una rumba sin control muchas de ellas eran víctimas de abusos sexuales. Algunas al igual que mujeres adultas, permanecían durante semanas y meses convertidas en esclavas sexuales a cambio de una papeleta de droga o de una bolsa con desechos de comida para apaciguar el hambre”.

“Todo esto, y mucho más, encontraron en la madrugada del pasado sábado 28 de mayo la Alcaldía y la Policía al realizar la más grande y ambiciosa intervención hecha hasta ahora en el Bronx…

La operación fue impecable y no hubo un solo herido…

En pocas horas encontraron de todo: armas de fuego, granadas, dinero en efectivo, más de 120.000 dosis de droga, caletas, etcétera. Arrestaron a una a docena de personas, entre ellos tres de los capos del lugar. Pero más allá de buscar desarticular las mafias, la intención era rescatar a centenares de personas y acabar con un feudo del crimen y la degradación humana, como afirmaron el alcalde Enrique Peñalosa y el secretario de Seguridad, Daniel Mejía”, reseña Semana.

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