Daniel Ortega desmanteló las instituciones en Nicaragua y no hay fuerza opositora capaz de impedir que se perpetúe en el poder en las elecciones de noviembre, sentencia el analista internacional Juan Carlos Hidalgo del Cato Institute de Washington D.C.
Edgar Fonseca M., editor www.PuroPeriodismo.com
¡Dictadura!. Así, sin medias tintas, califica al régimen de Daniel Ortega en Nicaragua el analista internacional Juan Carlos Hidalgo Bogantes, experto del Cato Institute de Washington D.C. . Y sentencia que no hay fuerza opositora capaz de impedir que se perpetúe en el poder en las próximas elecciones.
El especialista en asuntos latinoamericanos expuso su punto de vista sobre la situación en Nicaragua en una videoentrevista, vía Skype, con el periodista Edgar Fonseca, editor de www.PuroPeriodismo.com.
También abordó el inestable contexto hemisférico donde ve posible retorno al poder en Brasil de la Presidenta Dilma Rousseff, separada temporalmente por un megaescándalo de corrupción.
Y advierte que en Venezuela, “la papa caliente” del continente, la cúpula chavista rechaza el referéndum revocatorio porque se juegan la vida: cárcel, extradición o exilio.
“La alternativa de esta gente no es simplemente retirarse con una pensión del Estado, en una finca, en un apartamento. No, ellos saben muy bien que se están jugando la vida, que, literalmente, en algunos casos, se están jugando la vida si salen del poder, y es por eso que no van a permitir, bajo ninguna circunstancia, un referéndum revocatorio que los saque del poder”, advirtió Hidalgo en la videoentrevista con PuroPeriodismo.com desde San José.
¿Caso perdido?
– Daniel Ortega va a la tercera reelección consecutiva ahora en noviembre, pero, decía el periodista Carlos Fernando Chamorro –director del sitio Confidencial–, con una vulneración completa del sistema institucional democrático. Incluso, Ortega acaba de decir que no hay observación internacional para esos comicios. ¿Cómo ve esa actitud, y de nuevo, el comportamiento de la comunidad internacional de lo que está pasando en Nicaragua?
-En Nicaragua lo que tenemos es una dictadura. Una dictadura que guarda los formalismos democráticos, que han caracterizado a otros gobiernos de extrema izquierda en la región, como lo ha sido el caso de Venezuela, pero ya toda la institucionalidad ha sido socavada. Las cortes responden a Ortega, el tribunal electoral responde a Ortega, las fuerzas armadas responden directamente a Ortega. No hay mayor institucionalidad en ese país. Ahora bien, vemos un fenómeno muy interesante, y es que a pesar de toda su retorica socialista y neomarxista, Ortega está gobernando como un presidente de derecha, es un presidente que ha abierto las puertas a la inversión extranjera en Nicaragua. Vemos que la tasa de crecimiento en Nicaragua es del 5% aproximadamente, el empresariado de Nicaragua, tengo entendido, grandes empresas están muy contentas porque Ortega les garantiza seguridad jurídica, por supuesto a cambio de que no lo jodan con temas de democracia y de derechos humanos y de institucionalidad. Incluso hace un par de meses se anunció que el Fondo Monetario Internacional estaba cerrando su oficina en Managua, y no la estaba cerrando porque Ortega los echó, la estaba cerrando porque dice que ya el gobierno de Ortega cumplió con todas las recomendaciones que tenían y ya no tenían nada que hacer en Nicaragua, vea que curioso. Ortega, a pesar de su retórica socialista, se ha convertido en un dictador de derecha, al mejor estilo de Somoza y no hay nada, por el momento, no hay nada que impida que él se perpetúe en el poder. En Nicaragua no hay fuerzas suficientemente capaces de detenerlo. La oposición se encuentra altamente dividida, y el éxito económico que ha tenido Nicaragua en los último años, hace que incluso Ortega cuente con un fuerte apoyo popular, no sabemos si mayoritario, porque no hay elecciones limpias, pero cuenta con un apoyo suficiente como para que pueda seguir en el poder sin que haya protestas generalizadas o sin que enfrente un desasosiego social generalizado que le haga peligrar su continuidad en el poder”.
Ver también: Costa Rica: ¡Presidente, viaje menos, gobierne más! www.puroperiodismo.ticoblogger.com.
Cárcel, exilio o extradición..
-Acabas de regresar de un viaje por la zona. La “papa más caliente” es el caos en Venezuela, pero, también, dentro de esa perspectiva que planteas, que no hay ni blanco ni negro en las decisiones políticas estratégicas hemisféricas en este momento, ¿cómo visualizas la evolución a un mediano plazo de lo que pasa en Venezuela, la intervención de la OEA, la intervención, bastante atrevida, del secretario Almagro, la reacción furibunda de Maduro y la posición de algunos países, entre ellos Costa Rica, observando con cierta cautela los acontecimientos?
-Hoy (martes 14 de junio) amanecimos con la noticia de que Estados Unidos ha decidido entablar el dialogo con Venezuela, un nuevo dialogo con Venezuela, para tratar de buscar una salida que no sea violenta a la crisis que vive ese país. Ya hay varios diálogos de por medio. Ya hay 3 expresidentes iberoamericanos tratando de facilitar el dialogo, Zapatero de España, Torrijos de Panamá y Fernández de Republica Dominicana. Sin embargo, soy muy pesimista sobre la perspectiva de que pueda haber una salida negociada. Es muy claro lo que tiene que estar en el tapete: un referéndum revocatorio. Eso es lo que pide la oposición. Cualquier cosa menos que un referéndum revocatorio no es aceptable para la oposición. La situación económica y política de Venezuela ha llegado a un término muy crítico. Estamos hablando incluso de una crisis humanitaria en ese país, personas que están muriendo por falta de comida, por falta de medicamentos.
-¿A qué atribuís posiciones como de esta apertura, esta nueva vía de dialogo que hace Estados Unidos en este momento?
-Sinceramente no entiendo la posición de Estados Unidos. Puede ser que estén manejando varios frentes diplomáticos y, ciertamente, Estados Unidos dice que ellos apoyan la demanda de la oposición de un referéndum revocatorio, dicen que apoyan las gestiones del secretario Almagro de invocar la Carta Democrática dentro del foro de la Organización de Estados Americanos. Sin embargo, recientemente han dicho que no están de acuerdo con suspender a Venezuela de dicho foro, que sería la consecuencia última de invocar la Carta Democrática, y ahora dicen que están a favor de estas instancias de dialogo que se están llevando acabo, principalmente por estos tres expresidentes, y que ellos también están entablando un dialogo bilateral con Venezuela. Sin embargo, este es el “quiz” del asunto: un referéndum revocatorio, para tener un impacto verdadero sobre la situación de Venezuela, tiene que realizarse antes del 17 de enero del próximo año. Si no se realiza antes del 17 de enero, en caso de que se lleve acabo después de esa fecha, y que, efectivamente, los venezolanos voten a favor de remover a Nicolás Maduro del poder, quedaría en el poder por el resto de los próximos dos años, por lo que resta del período presidencial, el vicepresidente que Maduro designe, y que puede designar en cualquier momento para que ejerza como tal. Un Diosdado Cabello, en último minuto, podría ser nombrado vicepresidente de la República, y sería quien quedaría como presidente si Maduro es removido. Esto es si el referéndum revocatorio ocurre después del 17 de enero. Si ocurre antes del 17 de enero, hay que convocar a una elección donde muy probablemente la Mesa de la Unidad Democrática gane esa elección presidencial con el candidato que presente. Así que lo que está haciendo en este momento el régimen venezolano son tácticas dilatorias para evitar que ocurra un referéndum revocatorio antes del 17 de enero del 2017, y ya Maduro ha dejado muy claro que bajo ninguna circunstancia va a permitir ese referéndum. Así que no sé exactamente que es lo que se pretende con estas negociaciones, puesto que ya una parte ha dicho, muy claramente, que no va a aceptar la única demanda que hay sobre la mesa.
-¿Qué tanto está incidiendo la posición de La Habana en estos momento en lo que está pasando en Venezuela?
-Eso siempre ha sido una gran incógnita: el nivel de control que tienen los asesores cubanos o el régimen de los Castro sobre el gobierno venezolano. Con la apertura que Cuba ha experimentado con los Estados Unidos y el hecho de que los envíos de petróleo subsidiados han disminuido por la crisis económica que vive Venezuela, se especula que el nivel de influencia de los cubanos ha caído. Se ha hablado, de que hay una división también dentro de Cuba sobre la manera como se enfrenta esta situación. Se habla de que los círculos cercanos a Raúl Castro son los que han manejado el acercamiento con Estados Unidos, el restablecimiento de relaciones, mientras que los círculos más leales a Fidel Castro son los que han tomado el control de la situación venezolana y son los que manejan la manera en que ese gobierno se conduce, y, por lo tanto, los “duros” del castrismo, que son los fidelistas, son los que están asesorando al gobierno venezolano. Lo cierto es lo siguiente: la alternativa de liderazgo venezolano a estar en el poder es la cárcel, la extradición o posiblemente el exilio. Esta gente ha robado a manos llenas, incluso cálculos estimados de Jorge Giordani, quien fue ministro de Planificación de Hugo Chávez, de que la cantidad de dinero que se ha robado durante el régimen del chavismo alcanza hasta los 400 mil millones de dólares. Se sabe muy bien que gente cercana a Diosdado Cabello, generales de las fuerzas armadas, participan activamente en el negocio del narcotráfico y que un 90% de la cocaína que llega a los Estados Unidos pasa por Venezuela. Así que la alternativa de esta gente no es simplemente retirarse con una pensión del Estado, en una finca, en un apartamento. No, ellos saben muy bien que se están jugando la vida, que literalmente en algunos casos, se están jugando la vida si salen del poder, y, es por eso que no van a permitir bajo ninguna circunstancia un referéndum revocatorio que los saque del poder.
¿Vuelve Dilma?
-La región se nos presenta bastante inestable, el caos de Venezuela, los acontecimientos que estremecen a Brasil, más recientemente Chile por escándalos de corrupción, Perú que acaba de votar por la reciente opción sobre la posibilidad de la Fujimori, Argentina con Macri apenas tomando las riendas. El momento es bastante inestable, ¿cómo ves este panorama?
-Se trata siempre de tratar de meter a todos los países de América Latina en un saco y ver grandes tendencias regionales, particularmente se ha hablado mucho este año del fin de la “Marejada Rosa”, el “Pink Tie” como se dice en inglés, que era a como se refería a la llegada al poder de todos estos gobiernos social-demócratas y socialistas que caracterizaron a muchos países de América Latina, particularmente la década pasada y principios de esta. Hemos empezado a ver un revertimiento de esa tendencia, con la elección de Mauricio Macri en Argentina, la derrota del “chavismo” en la elección legislativa en Venezuela, los problemas y la posible salida del poder del Partido de los Trabajadores en Brasil, la pérdida en referéndum que buscaba Evo Morales para poder eliminar los términos presidenciales, o sea para poder reelegirse indefinidamente, etc. Sin embargo, cada país tiene su propia dinámica, no necesariamente podemos ver una gran tendencia regional. En Brasil estamos viendo que en este momento el gobierno interino de Michel Temer está con grandes problemas. Ha tenido ya la renuncia de dos ministros. Ha recibido muy mala publicidad por la designación de ministros que están cuestionados por casos de corrupción y es posible que este mal desempeño de este gobierno interino de Temer termine salvando a Dilma. Es posible que la mala conducción del presidente interino brasileño sea lo que decida un par de votos en el senado y terminen garantizando que Dilma regrese al Palacio Planalto y que termine su período presidencial.
-Sorprende que digas eso, que es posible que Dilma se salva, después de lo que ha visto la región, después de la convulsión que se ha vivido. ¿Es factible, políticamente, una resurrección de Dilma Rousseff?
-Creo que su capacidad de gobernar estaría seriamente limitada si en verdad lograse salir de esta. Tengo entendido que varios de los senadores que votaron a favor de someterla a juicio, no necesariamente están a favor de removerla, que ellos querían ver como se iba a desempeñar el gobierno de Michel Temer, para eventualmente decidir su voto final, y Temer ha tenido un paso, hasta el momento, bastante desastroso, por la presidencia de manera interina, así que podría generar de efectivamente que un par de senadores, un grupo, que votaron a favor de someter a un juicio político a Dilma, terminen votando en contra de su remoción definitiva del poder. En Brasil las cosas no están muy lejos de ser determinadas. Podría ser que entonces veamos un regreso del Partido de los Trabajadores al poder, y las encuestas en Brasil, ha habido varias incluso durante esta crisis y esta convulsión, señalan que un Lula da Silva podría ser reelecto si se lanzase para presidente en 2018. Así que es difícil empezar a establecer estas tendencias regionales. En el caso de Bolivia, efectivamente, Evo Morales perdió ese referéndum que pretendía eliminar para él los términos presidenciales, para poder elegirse de manera indefinida. Sin embargo ya le está diciendo que lo que perdió fue el “primer tiempo”, que todavía queda un “segundo tiempo”, y efectivamente, todavía le quedan varios años en el poder en donde puede sacarse un “as bajo la manga” y no me queda la menor duda que lo intentará. Ecuador, Rafael Correa ha dicho que el no aspira a la reelección y, de hecho, la enmienda constitucional que eliminó los términos presidenciales y que garantiza la reelección indefinida, establece que no le aplicará a él. Sin embargo, esta estipulación está “pegada con saliva a la pared”, porque eventualmente la Corte Constitucional de Ecuador puede determinar que esa estipulación es constitucional, y por lo tanto permitir que Correa pueda aspirar nuevamente la presidencia”.
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