Incomunicados, interrogados y amenazados permanecieron en las cárceles de Managua seis activistas extranjeros, entre ellos el indígena costarricense Byron Reyes Ortíz, opositores al gran canal en Nicaragua, detenidos durante una redada en Nueva Guinea, 200 kilómetros al sureste de dicha capital, detallan el diario La Prensa y el sitio Confidencial.
“Todos los compañeros sentimos que la experiencia fue muy violenta, fue muy violento”, dijo al opositor diario La Prensa de Managua la argentina Ana Laura Rodríguez, quien se encuentra en Costa Rica, tras ser expulsada junto al costarricense Reyes Ortiz, la noche del lunes por las autoridades migratorias nicaragüenses.
Según narraron Reyes y Rodríguez a La Prensa, a las 3:50 p.m. del lunes 27 de junio, los sacaron de unos cuartos donde los tenían metidos en las oficinas de Migración en Managua, y a ambos los llevaron al puesto fronterizo Las Tablillas-Los Chiles, mientras que a sus otros cuatro compañeros los enviaron al puesto fronterizo El Guasaule, con destino a Honduras.
“La manera en que se nos sacó ayer en la tarde, fue de una forma ilegítima, hicieron un procedimiento ilegítimo”, le dijo Ana Laura a La Prensa, al tiempo que menciona que para su traslado y el de Byron, fueron empleados unos 20 policías y cuatro oficiales de Migración.
El sitio Confidencial añade: “Byron Reyes Ortiz, el activista indígena costarricense detenido el pasado sábado La Fonseca, Nueva Guinea, Nicaragua, dijo que durante las 48 horas de su desaparición, estuvieron encerrados en un “cuarto bastante insalubre” en la sede de la Dirección de Migración y Extranjería, en Managua. Las autoridades jamás les explicaron por qué estaban encerrados.
Reyes participaba junto a otros cinco activistas (tres mexicanos, un español y una argentino) de la Caravana Mesoamericana en un taller sobre “tecnología alternativa” para construir hornos eficientes, que impartían en La Fonseca a miembros del movimiento campesino anti canal, reseña Confidencial.
El sábado, relató Reyes vía telefónica, los Policías los trasladaron a la estación policial de Nueva Guinea donde los interrogaron. “Pero el interrogatorio no terminó, porque bajo un operativo policial que nos sorprendió, nos llevaron hacia Managua”, narró a Confidencial.
A los activistas les dijeron que en “Managua” solo serían unas “preguntas rápidas”. Sin embargo, no se imaginaron que estarían más de 48 horas incomunicados con sus embajadas y sus familiares, y sin saber la razón de la detención, añade el sitio.