“Este colapso económico que se avecina, del que apenas se avizora su real envergadura, podría convertirse en el disparo de arrancada para la gran estampida”, dice la bloguera disidente Yoani Sánchez, editora del sitio 14ymedio.com desde La Habana en medio de un creciente malestar social.
“Muchas familias cubanas han recibido con alarma el recrudecimiento de la crisis económica”, advierte.
Y agrega: “Desde la propia escena oficial se escuchan voces que alertan sobre la posibilidad de que la población no reaccione con la misma conformidad a la vuelta de tuerca de los recortes. La subdirectora del periódico Granma, órgano oficial del Partido Comunista de Cuba, Karina Marrón, auguró que ‘se está armando una tormenta perfecta” en la Isla, debido a la reducción en el suministro de combustibles al sector estatal, los apagones que aumentan y el desabastecimiento de alimentos. Una situación que podría ocasionar episodios de protesta popular como el Maleconazo de agosto de 1994, predicen también algunos”.
“A diferencia de aquel momento, ya no puede aflojarse la presión de la olla social despenalizando el dólar, abriendo mercados agrícolas o autorizando el trabajo por cuenta propia”.
“Lo más probable, sin embargo, es que la carestía eleve las cifras de quienes emigran. La repetición de un drama crea en la mente de quien lo vive la sensación de que será para siempre, sin posibilidad alguna de cambiarlo o influir en su final”, sostiene Sánchez.