Una lujosa mansión en el exclusivo residencial Las Colinas de Managua custodiada por la Policía Nacional le sirve de refugio al expresidente Mauricio Funes de El Salvador, investigado por actos de corrupción y a quien el régimen de Daniel Ortega, le concedió asilo político.
El asilo desató un polvorín en El Salvador, destacan medios de ese país como El Diario de Hoy.
Según el influyente diario salvadoreño, las razones expuestas por Funes ante el gobierno nicaragüense fueron cuestionadas por especialistas del derecho que consideran que este no se trata de un caso de persecución política, sino de una persecución del sistema de justicia, que lo acusa de presuntos delitos como enriquecimiento ilícito.
La decisión del régimen de Ortega de proteger a Funes también fue criticada por políticos e incluso del FMLN y del gobierno mismo.
El secretario de Comunicaciones de la Presidencia, Eugenio Chicas aclaró –dice Diario de Hoy— que el gobierno de Sánchez Cerén no lo está persiguiendo. Mientras que la diputada y dirigente del FMLN, Nidia Díaz dijo que Funes no es un perseguido político y que está siendo acusado en un proceso civil.
Funes está siendo investigado penalmente por la Fiscalía por los delitos de peculado (desvío de fondos públicos), malversación, negociaciones ilícitas y tráfico de influencias según consta en el oficio número 1646 del Juzgado Quinto de Paz de San Salvador, añade el medio.
Además es procesado por la Cámara Segunda de lo Civil por presunto enriquecimiento ilícito, dice el diario.