Costa Rica llegó a ser ficha clave en el ajedrez de operaciones estratégicas de comandantes de la guerrilla colombiana FARC que este lunes firmó una acuerdo de paz con el gobierno de Colombia, tras 52 años de guerra.
El diario El Tiempo de Bogotá detalló en un informe hace un año la presencia de figuras claves de la FARC en operaciones secretas en el país, y vinculadas por EE.UU. a la denominada Lista Clinton que persigue acciones de lavado de fondos del narcotráfico mundial, sin que hasta ahora se sepa de las consecuencias de las investigaciones en el país.
“El ingreso a la Lista Clinton de cinco colombianos, entre ellos Ómar Arturo Zabala Padilla, alias Lucas Gualdrón, miembro de la Comisión Internacional de las Farc, tiene un capítulo desconocido: el rastreo de la Fiscalía colombiana al dinero que la guerrilla habría desviado hacia Costa Rica”, destacó El Tiempo.
El rastreo a sus movimientos –según El Tiempo– permitió, sin embargo, evidenciar que la plata de las Farc estaba llegando a Costa Rica, donde aparentemente era manejada por familiares de Jorge Torres Victoria, alias Pablo Catatumbo, quien hace parte de la mesa de negociación de La Habana. El dinero, según las indagaciones que adelanta la Fiscalía, se cuenta por decenas de millones de dólares y ha sido invertido en finca raíz y en empresas pesqueras.
En el 2008, la información encontrada en el computador del jefe de las Farc ‘Raúl Reyes’ permitió ubicar en Costa Rica una caja fuerte con 480.000 dólares que serían del llamado ‘canciller de las Farc’, ‘Rodrigo Granda’, quien también está en Cuba, añadió el diario colombiano.
Las alertas sobre la presencia de las Farc en el país centroamericano se habían prendido en 2006, tras la captura de Héctor Orlando Martínez, vinculado a la masacre de Bojayá (Chocó) perpetrada en mayo del 2002 y quien en su momento fue señalado de organizar una red para manejar las rutas del narcotráfico de la guerrilla hacia EE. UU.
“La presencia de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en Costa Rica ya no es una sospecha. El ordenador del abatido número dos de la guerrilla, Raúl Reyes, y una libreta suya con apuntes a mano se han convertido en elementos clave para las autoridades de ambos países, que informaron el viernes del descubrimiento de una caja fuerte con 480.000 dólares guardados desde hace más de cinco años para un supuesto plan de propaganda guerrillera desde este país centroamericano”, citaba en marzo de 2008 una crónica del periodista Alvaro Murillo, corresponsal en San José del diario El País de Madrid.
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