La muerte de un famoso y la prensa

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“La muerte de un famoso y la de un delincuente para nada son distintas. Es un umbral que debemos atravesar todos, ricos, pobres, bonitos, feos, jóvenes, viejos, gordos, flacos. No en vano se le ha dado por apellido “Segura”, dice el experimentado comunicado José Luis Valverde Morales, expresidente del Colegio de Periodistas, mientras la opinión pública de Costa Rica se vio conmovida, este fin de semana, con el súbito deceso de Gabriel Badilla, exjugador del Deportivo Saprissa y de la Selección Nacional.

Badilla, quien hacen cinco meses se retiró de actividades deportivas,  pereció al desplomarse al final de una carrera atlética en Lindora, Santa Ana al oeste de la capital.
“El periodista Luis López Rueda… impartió una lección de periodismo ético y de altura, “para mi informar sobre la muerte de un deportista no va entre mis prioridades”, señaló el apesadumbrado comunicador”, destaca Valverde en su cuenta Facebook.
“Los lectores, oyentes o televidentes debemos exigir un abordaje ético de las noticias, especialmente cuando la muerte es el culmen, debe haber un tratamiento informativo distinto cuando la sábana blanca toca la puerta”, añade.
“Ya sabemos que los noticieros de televisión se gastan al menos 20 minutos diarios para contarnos, a veces en forma cruel y despiadada las desventuras ajenas”, agrega.
“No compremos periódicos que hacen escarnio del dolor ajeno, que venden nutriendo el morbo público y desdeñando el interés público”, advierte Valverde.

Fuente: Facebook José Luis Valverde Morales