Edgar Fonseca M., editor www.PuroPeriodismo.com
Dieciséis diputados ticos viajan a Managua con todos los gastos pagos por la dictadura.
¡Es un viaje indigno e inmoral!
Viajan a escasos días de que el régimen consumara una de las mayores farsas electorales en el hemisferio, sin permitir la participación de la oposición, ni la presencia de observadores internacionales.
Farsa ya denunciada y cuestionada por EE.UU. y reconocidas entidades internacionales.
Farsa que desnuda a esa nueva dictadura, dinástica, familiar que hoy se hace del poder, de los bienes y de las vidas de las gentes del vecino país.
Viajan estos diputados a congraciarse con sus contrapartes que, dizque en aras de fortalecer nexos, les lanzan el anzuelo y nuestros cándidos parlamentarios, se van de bruces, de buenas a primeras.
A congraciarse con las comparsas legislativas de un régimen que tiene en escombros las instituciones de esa hermana y sufrida nación, empezando por el congreso en el que la aplanadora oficialista hizo “mesa gallega”, en el mamarracho electoral del seis de noviembre.
Se recetaron 71 curules oficialistas al mando del general Halleslevens, actual vicepresidente, exjefe del ejército, congresista constitucional por “derecho divino”… heredado de Ortega.
Aquello –recordando al tristemente célebre Comandante Cero– se parece cada vez más a”la chanchera” de los tiempos de Somoza.
Viajan sin importarles el congelamiento de nexos diplomáticos que, atinadamente, mantiene la administración Solís aún después de la histórica sentencia de la Corte Internacional de Justicia de La Haya que condenó a Ortega y a sus secuaces, hace un año, por la invasión del territorio nacional.
Viajan a cohonestar un régimen espurio, enemigo, hostil, con el que las relaciones no se normalizan de la noche a la mañana, como lo advierte el Canciller González.
Y no les importa el contradictorio mensaje que envían en el marco de las relaciones diplomáticas bilaterales y regionales. Y se acuestan en la trampa que le tienden los astutos testaferros sandinistas.
Y se van de farra prenavideña.
Y Ortega y “su hechicera” los pasearán por las isletas, por el Momotombo, y los acomodarán en los hoteles 5 estrellas que dispone la dictadura para sus comensales de lujo. Para sus tontos útiles.
Y los llenarán, hasta el hartazgo, de nacatamales y de demás viandas, y los atragantarán de Toñas y de Flor de Caña. Todo pago, todo incluido por la dictadura.
Y regresarán a San José comprometidos a forzar la normalidad de las relaciones en uno de los más nefastos episodios de la política local.
PD-El líder libertario justifica el viaje. ¡Qué falta de decoro político este suyo para no llamar al orden a un diputado díscolo que pone en semejante ridículo a la diplomacia y –sobradamente–al parlamento tico!
