Urcuyo no descarta otra sorpresa electoral

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Edgar Fonseca M., editor www.PuroPeriodismo.com

-Se cuida de no emitir pronósticos definitivos, de qué pasará el domingo 4 de febrero de 2018 en las elecciones nacionales.

-Ve probable un triunfo de Liberación y un repunte del PUSC pero no ve el retorno del bipartidismo histórico.

-Ve desgastado, dividido y sin precandidatos, a estas alturas, al PAC.

-Y ve golpeado al Frente Amplio por haber sido copartícipe del gobierno.

Pero no cree que ninguna de estas agrupaciones vaya camino de desaparecer en el mediano plazo.

El académico y analista, Constantino Urcuyo Fournier, advierte que quien saque conclusiones definitivas del resultado de los próximos comicios a estas alturas, no habla en serio.

Hacer proyecciones, con la volatilidad de lealtades en la opinión pública al día de hoy, “es peligroso y hay que ser cauteloso y prudente al ver hacia adelante”, insiste.

“El que diga hoy, que puede decir con certeza cuál el resultado electoral dentro de un año, realmente no habla con alguna seriedad para analizar esto”, reflexiona durante la entrevista, de una hora, que me concede la tarde del martes 10 de enero en su oficina del Centro de Investigación y Adiestramiento Político Administrativo (CIAPA),  del cual es su director académico, en Pinares de Curridabat.

Y, dada la volatilidad de la afinidad partidista, donde la desidentificación ronda hoy hasta el 70 %, Urcuyo no descarta que haya un resultado sorpresa como en 2014 cuando Luis Guillermo Solís, que a seis meses de las elecciones estaba dentro del margen del error de las intenciones, emergió sorpresivamente como el candidato ganador y barrió a Liberación en segunda vuelta.

“No descarto que podrían surgir nuevos partidos o al menos nuevos candidatos usando algún “partido taxi” o creando un partido nuevo para esas circunstancias. Acuérdese que Ottón Solís, en el 2002, creó el PAC siete meses antes de las elecciones y sacó en esa elección el 25%”, puntualiza.

En todo caso, cree que el país se enrumba a una campaña en donde el votante estará atento a quien le llegue con temas pegados a la piel: presas, transporte, seguridad, sicariato, costo de la vida, inflación, en vez de déficit fiscal que lo sienten de otra galaxia, según su observación del comportamiento de la opinión pública.

Los nublados del PAC…

-¿Cómo ve las posibilidades para el partido de gobierno en las elecciones del 4 de febrero del 2018?

-Débiles. ¿Por qué débiles? Creo que no tiene grandes probabilidades de ganar las elecciones. ¿Razones? No es que yo juegue a adivino o a adivina, sino, viendo hechos y circunstancias objetivas. Primero, al primero de enero, un año antes de las elecciones no tienen ni siquiera precandidatos y hay que construir apoyo político y no tienen precandidatos claros. Dos, tienen esa mala herencia que es una apreciación negativa en la población de la gestión gubernamental reflejada en todas las encuestas desde la Universidad de Costa Rica hasta las encuestadoras comerciales. Luego, tiene usted una circunstancia, el PAC siempre ha podido recuperarse de apreciaciones muy bajas en las encuestas a tener buenos resultados acercándose las elecciones, pero eso se basaba en que el PAC era el partido rebelde y denuncista, ahora es el partido establecido, el partido de Zapote. No van a poder jugar la carta de los rebeldes que denuncian todos los males del mundo porque ellos están en el poder. Esa ventaja que tenían desde el punto de vista de la dinámica de una campaña política desaparece. Después, es un partido atravesado por múltiples divisiones de carácter ideológico, algunas, de carácter casi de clan, otras, y entonces, va a llegar muy debilitado por contradicciones internas del mismo partido y del propio gobierno. Entonces, no le veo unas posibilidades dinámicas importantes en este momento. Podría ser que a lo largo, tenemos 12 meses adelante, donde podría con la volatilidad del electorado, las bajas identificaciones partidarias que tiene la gente, si usted tiene que cerca del 50% al 70% del electorado no tiene identificación partidaria, ¿qué quiere decir?, que en estos doce meses ese 70% o 60% se va a definir y podría ser que una dinámica de campaña bien orquestada y diseñada llevara a que se definieran por el partido de gobierno, pero los elementos estructurales negativos a esa definición están ahí y son difíciles de superar.

-¿Lo cual va a significar todo un reto para la estrategia de la campaña del partido gobiernista de lograr un segundo mandato consecutivo, en ese sentido?

-Fíjese lo que le costó a Obama con cosas positivas logradas, por ejemplo, la reforma de salud, el tema de los derechos de la población diversa, la reducción de la tasa de desempleo, cuando Obama llega al gobierno el desempleo en Estados Unidos estaba cercano al 10%, hoy termina en el 4% y algo más. Entonces, a pesar de resultados positivos, cuesta siendo uno gobierno lograr que lo reelijan. En este caso no tenemos una balanza positiva tan grande, como esta que yo acabo de mencionar y van a tener que vender desde un escalón inferior a este que acabo de puntualizar. En el escenario están los otros, está un partido fuerte como es Liberación Nacional, fuerte no el del bipartidismo, ni el del ‘48; es un partido que realmente se ha debilitado. Liberación Nacional sacando 29%, no es el Liberación Nacional de don Pepe Figueres y el de la década de los 50, la base electoral se redujo.

 ¿Ve difícil que el PAC repita gobierno consecutivamente?

-Ciertamente, muy difícil. Dividido internamente, el gobierno mal evaluado por la ciudadanía, sin precandidatos de ninguna índole, sin propuesta visible. Todos esos son elementos que militan en contra de una decisión de la ciudadanía de volver a favorecer al PAC.

 ¡Pero cuidado con una sorpresa!

-Vamos a los escenarios que se abren aquí y son para que retorne al poder la oposición…

 –¿Alguno de los partidos de la oposición?

-Sí, alguno de los partidos.

 –O, ¿algún partido que nuevo que surja de la nada?, como surgió Luis Guillermo la vez pasada.

-¿Cree que se pueda dar una sorpresa de ese tipo en el 2018?

 Las hemos visto en otras circunstancias en otros países. Luis Guillermo surgió de un margen de error de las encuestas. En el mes de julio del 2013, Luis Guillermo sacaba el 4% o el 3% de intención de voto y el PAC no tenía una estructura firme que pudiera responder por él. Entonces, no descarto que podrían surgir nuevos partidos o al menos nuevos candidatos usando algún “partido taxi” o creando un partido nuevo para esas circunstancias. Ottón Solís, en el 2002, creó el PAC siete meses antes de las elecciones y sacó en esa elección el 25%.

-No se me olvida. Yo conducía el diario AlDía y salí a ver las manifestaciones en la calle y era realmente impresionante la demostración del partido emergente que llegaría al poder doce años después, pero en la realidad de hoy, pues se plantea de manera directa un eventual retorno de Liberación al poder. En Liberación, después de llevarse un batacazo como el del 2014, sin candidato presente en una segunda vuelta, primero derrotado sorpresivamente en la primera vuelta por un recién llegado a la carrera, como usted lo mencionaba, y segundo, arrasados de manera histórica en la segunda vuelta en abril de 2014. Recomponiéndose de esa debacle, en apariencia, porque las fisuras, las divisiones de Liberación son muy evidentes, ¿Cómo ve usted las posibilidades de Liberación retornando al poder y los precandidatos con más evidente apoyo, que son José María Figueres y Antonio Alvarez?

 –Al día de hoy, es un 25%, maso menos, del 30% que tiene identificación partidaria, entonces hacer proyecciones con ese estado la opinión pública al día de hoy es peligroso y hay que ser cauteloso y prudente al ver hacia delante, pero bueno, la cancha sintética o de césped juega igual para todos, ¿Verdad? Entonces, los que tienen el 7% el día de hoy, bueno, están en la misma situación que Liberación Nacional y Liberación Nacional tiene una ventaja sobre ellos. Eso es muy, pero muy, muy, claro. Ahora, esto nos hace pensar que es la dinámica de la campaña, la que va a definir esto. En la época del bipartidismo, yo hice política en esa época, bueno, Liberación tenía una base del 40%, la Unidad una base del 35%, estamos hablando de que había que definir a lo largo de seis meses a un 25% del electorado. Ahora, eso cambió radicalmente y, sobretodo, que tardaban en definirse, ¿por qué?, porque la campaña era muy larga de seis meses. Hoy la campaña es muy corta y la gente, efectivamente, se define en diciembre o enero, inclusive, una gran cantidad de gente en las elecciones pasadas, según las investigaciones del Estado de La Nación, se decidieron en el último mes y en los últimos quince días. Creo que el que diga hoy, que puede decir con certeza cuál el resultado electoral dentro de un año, realmente no habla con alguna seriedad para analizar esto.

-Si Liberación escogiera a José María Figueres como candidato presidencial, ¿lo ve muy cerca de alcanzar de nuevo la presidencia de la República?

Siempre, con ustedes los periodistas, cuando me hacen preguntas hipotéticas, tengo una respuesta concreta y es: “si mi abuelita tuviera ruedas sería carreta” y lo que quiero decir con eso es lo siguiente: si José María Figueres quedara, no ha quedado; si José María quedara, ¿cómo va a quedar?; si José María quedara, ¿cómo va a estar el cuadro político en ese entonces en las definiciones de los otros partidos? Esas son todas circunstancias que no se han dado y para un politólogo juzgar sobre cosas que no se han dado es terreno minado. Nunca incursiono ahí, en la pregunta hipotética, porque todavía no están los elementos fácticos como para empezar a reflexionar sobre eso. En el mes de agosto, si usted me hace esa pregunta, tengo mayor fundamento para responderla, pero en el momento actual, no tengo elementos objetivos que me permitan llegar a una conclusión de ese tipo.

¿Igual es su apreciación para una eventual candidatura de Antonio Álvarez?

 -Igual. Exactamente lo mismo. ¿Van ellos lograr movilizar ese sector del electorado que está indefinido? No sé, habrá que esperar.

¿Una reflexión final sobre la campaña a la que se aproxima Costa Rica en estos próximos meses?

 -Creo que es una campaña que va a estar marcada por elementos muy importantes. La crisis fiscal es un problema de la clase política, pero la gente no lo percibe así. Yo recuerdo, por ejemplo, la última encuesta del Centro de Investigaciones y Estudios Políticos de la Universidad de Costa Rica donde le dicen a la gente que cuáles son los temas más importantes, la crisis fiscal sale con el 1%. La gente tiene otros problemas en lo inmediato, en lo cotidiano, mire, las presas, el transporte público, la gente va a tener el problema de que vamos a tener un poquito más de inflación este año, el costo de la vida va a crecer más. La seguridad va a ser un tema, ¿por qué? Tal vez la seguridad no está afectando tanto a la gente en lo cotidiano porque el tema de la seguridad está centrado en torno al sicariato, pero simbólicamente cuando vemos todos los días asesinatos sentimos que el próximo asesinado vamos a ser nosotros, aunque los que se estén asesinando son los miembros de las bandas, pero eso también, ha creado un ambiente de violencia socialmente a la hora de resolver los conflictos sociales. Creo que eso va a ser un tema importante. Las pensiones es un tema que toca más a la gente, porque la gente dice “bueno, ¿voy a tener mi pensión o no voy a tener mi pensión?” Cuando sale en la prensa una cosa donde alguien dice que podría eventualmente que solo te pagaran el 40% de la pensión. Hay problemas sociales que ocupan más la atención de la gente y creo que los partidos van a tener que dirigirse a esos problemas sociales. Creo que otro elemento de esta campaña es que, contrariamente a los que añoran el bipartidismo, y vea quién se lo dice, que yo fui parte de ese esquema cuando fui diputado, no creo que se vaya a repetir el bipartidismo histórico. Mi tesis es en esto que, ¿se va a mantener el multipartidismo centrifugo? Eso es un escenario actual. Otro que se va agravar. Eso podría ser y, otro, que vamos a seguir viviendo multipartidismo pero simplificado, en el sentido que se va a reducir el número de partidos con votación significativa en la presidencial. No veo al PAC desapareciendo del escenario político. No veo a Liberación tampoco. El PUSC tampoco va a desaparecer. El Frente Amplio no va a desaparecer, e, inclusive, el Movimiento Libertario, tan debilitado últimamente, no lo veo desapareciendo del escenario político. Creo que va a haber un multipartidismo de cinco o cuatro partidos que va a estar ahí presente en los resultados electorales, ¿Cuál va a ser la correlación de fuerzas entre cada uno de esos? Probablemente varíen el número de diputados y, probablemente, es posible, juzgando en el largo plazo, que Liberación Nacional gane las elecciones.

-¿Por qué?

 –Porque tiene una base, al momento actual, sobre el 30% de los que tienen identificación partidaria, tiene el 25% o el 20%, entonces eso es un punto de partida que le da ventaja. Es como una carrera de 200 metros de los que salen en la curva, que lo pongan a usted a salir un poquito más adelante.

-¿Qué más le da ventaja a Liberación?

 Creo que eso es, básicamente. Que tiene una base más fuerte, que tiene un respeto de que es un partido a la que la gente le reconoce, que tiene experiencia y que ha sabido gobernar, pero hasta ahí”.

———————————————————————————————————————————————————El Frente Amplio copartícipe del gobierno…

-Vamos al otro eventual actor en la campaña que se avecina, Frente Amplio. Un resultado histórico en la campaña del 2014, una votación sin precedentes, un candidato que sorprendió y que asustó, prácticamente asustó a los pesos pesados de la política tradicional.

 –A todo el mundo en los sectores empresariales, por ejemplo.

-Y cazó nueve diputados…

-Y 17% en la elección presidencial.

¿Cómo ve las posibilidades del Frente Amplio?

 –Siento que fue una sorpresa, que gran parte se debe a el descontento que había en la sociedad costarricense con muchos años de Liberación, a que ese grupo partidario tenía vínculos con los movimientos sociales que se movilizaron intensamente en el último año del gobierno de Laura Chinchilla en contra de Liberación Nacional y el gobierno de Liberación Nacional y además, tenía un buen candidato. Es decir, era un candidato joven, un tipo combativo y que no se echaba para atrás en los debates, sino que más bien iba para adelante, era un fajador, diríamos en boxeo. Creo que los mismos sorprendidos con ese resultado fueron los frenteamplistas tradicionales, porque yo creo que a Villalta lo escogieron pues, como escogía la izquierda tradicionalmente el candidato presidencial, que haga la tarea y después, el grupo tradicional recuperaba el control del partido, pero el muchacho superó ampliamente las expectativas. En el momento actual, hay gente que dice que el Frente Amplio se va a desinflar y que volverá a tener uno o dos diputados. Tengo mis dudas sobre eso. Me parece que el surgimiento del Frente Amplio refleja fuerzas sociales importantes en la sociedad costarricense. Que, probablemente, el Frente Amplio no va a volver a lograr la votación la vez pasada, probablemente así va a ser pero, yo siento que es una fuerza política que tiene buenos cuadros, que funciona organizadamente. Sin Villalta, creo que su candidatura presidencial no va a prosperar, al menos que encuentren otro líder con esas características y me parece que la vieja izquierda, el interior del Frente Amplio, va a tratar de asumir el control de ese partido en estas elecciones, pensando que se va a repetir el resultado electoral pasado y no veo que, con ausencia de Villalta, se vaya a repetir eso. Además, tienen otro problema, tienen divisiones internas significativas, entre la gente que ha estado más cercana al gobierno y los que cuestionan al gobierno y le piden al gobierno que sea más radical, que hubiese sido un gobierno más de izquierda. Ahí hay una división interna dentro del Frente Amplio que también va en contra de un buen resultado electoral en las próximas elecciones.

-¿Qué factura le podría estar cobrando el electorado al Frente Amplio por el cogobierno o colaboracionismo en que anduvo a lo largo de meses con esta administración?

 –No, y no solo el colaboracionismo, que no es nada, diría yo, pecaminoso, son fuerzas políticas que se entienden y si tuvieron una alianza, está bien, pero esa alianza la gente del Frente Amplio dice que no es alianza porque dicen que no tiene ministros,  pero han colocado gente en la administración que es de su partido en diversos puestos intermedios. Además, el Frente Amplio firmó en el Melico Salazar una alianza con Patria Justa de don Albino Vargas y con la presidenta de partido de gobierno, doña Margarita Bolaños. Eso indica que han sido partícipes del gobierno actual y sus adversarios se lo van a sacar y no van a poder decir que no han colaborado. Le dieron los votos el primer año para la elección de don Henry Mora en el gobierno. Han estado de acuerdo en muchos de los proyectos de ley que ha impulsado el gobierno, firmaron un pacto político los dos partidos, o sea son parte de una alianza política que no es pecaminosa, lo vuelvo a repetir, pero que sí ha existido.

¿Que sí les pasa su factura?

 –Creo que si el gobierno sigue siendo evaluado negativamente, como ha sido evaluado hasta ahora, esa evaluación negativa va a caer en mayor o menor grado sobre el Frente Amplio.

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En el PUSC, moneda al aire…

Vamos al escenario del PUSC. ¿Se revitaliza el PUSC?, ¿Cobrará más bríos de los que logró en la pasada campaña con Rodolfo Piza? Usted dice que el partido está con luchas entre hermanos y por quién toma mayor legitimidad, pero que Piza va con cierta delantera…

-Piza sacó un poco menos del 6% en la campaña, sacaron más votos los diputados del PUSC que el candidato a presidencial. Es el único caso en esa elección donde los diputados sacan más votos que la candidatura presidencial. ¿Por qué? Porque los diputados fueron electos en la interna, fueron electos por provincia no por lista de nacionales, entonces tuvieron que trabajar duro las provincias. Rodolfo Piza es un candidato de sacrificio ante la retirada del doctor Hernández. El partido se ha logrado reestructurar formalmente y tuvo un relativo éxito electoral sacando 201.600 votos en total en las municipales, o sea eso es una votación importante. Ahora, hay gente que dice que esos votos fueron de franquicia, gente que en las localidades utilizaba la divisa PUSC para poder competir. No se le pueden adscribir directamente a Rodolfo Piza, ni a don Rafal Ortiz, ni a don Pedro Muñoz, entonces el PUSC, sin embargo, logra una votación significativa, en las municipales, tiene una votación presidencial muy baja en el 2014.  ¿Qué es lo que está planteado de ahí en adelante? Tienen un primer escollo, que el calderonismo de Calderón Fournier se va y el calderonismo histórico representa muy poco también, entonces van a tener que apuntarle al capital político que han logrado juntar los diputados en las provincias, al peso que logre despertar el liderazgo de Rodolfo Piza o de Rafael Ortiz. Y tienen un obstáculo y es que Calderón se fue y creámosle a las municipales también, podría ser que los votos del Partido Republicano Social Cristiano fueran de franquicia, pero sacaron 66.000, más que el Frente Amplio. Ahí hay un capitalito político, que pueden ser treinta o cuarenta mil votos, pero que eso cuenta a la hora de una elección. Entonces, ahí hay una división en la familia Social Cristiana. En la confrontación, Ortiz–Piza, creo que, al momento actual, Piza le lleva una ventaja y es que tiene más reconocimiento, la gente lo conoce más. Ortiz todavía se tiene que dar a conocer, tiene tiempo porque la elección del PUSC será hasta el mes de junio, entonces podrá elevar su nivel de conocimiento en electorado. Ahí hay una dinámica de campaña interesante de apreciar a ver qué nos da eso y luego, bueno, ahí hay un inicio de división ideológica o de confrontación ideológica entre ambos porque Ortiz dice que él es el verdadero social-cristiano y que Rodolfo Piza es libertario porque Otto Guevara dijo en uno de los debates que lo había ayudado en el Movimiento Libertario en la definición ideológica. Ahí van a cruzarse espadas en torno al tema ideológico entre ambos, pero creo que ahí no hay nada definido todavía.

-¿Usted sí ve al PUSC como otro gran actor para 2018?

 –Creo que va a ser un actor.

Pero, ¿no lo califica como gran?

-No, en este momento no le pondría gran”.

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