El único hijo varón de Raúl Castro ha mantenido siempre un perfil bajo, bordeando las fronteras de lo secreto. Su falta de visibilidad nada tiene que ver con ausencia de poder, advierte un análisis del sitio El Confidencial de Madrid
El coronel Alejandro Castro Espín, de 51 años, el único hijo varón de Raúl Castro, podría ser la carta secreta para la sucesión de la dictadura castrista al estilo norcoreano el próximo año, destaca un informe de El Confidencial de Madrid.
“El único varón entre los cuatro hijos de Raúl Castro ha mantenido siempre un perfil bajo, casi bordeando las fronteras de lo secreto. Pero su falta de visibilidad nada tiene que ver con ausencia de poder. La muestra más evidente se produjo en dos capítulos sucesivos durante el año y medio siguiente al retorno de sus espías: la Cumbre de las Américas, realizada en Panamá en abril del 2015, y la visita de Barack Obama a Cuba (marzo del 2016). Ambos acontecimientos lo volvieron a colocar bajo los reflectores, muy cerca de su padre presidente y con un nivel de preeminencia que incluso el mandatario estadounidense se preocupó por remarcar”, doce el informe del periodista Ignacio Isla de El Confidencial desde La Habana.
El hecho no escapó a la atención de la prensa extranjera, y de grupos de opositores en el interior del país y en el sur de la Florida. En su opinión, sería la confirmación definitiva de que Raúl Castro no desestima una posible sucesión al estilo norcoreano, con Alejandro como heredero del imperio político construido desde 1959. “Aunque tiene muy poco a su favor, le encantan los discursos encendidos, lo cual puede gustarle a la cúpula militar y conservadora. Además, desde su cargo mantiene vínculos con los órganos de inteligencia de Rusia, herederos del extinto KGB”, ha señalado Yusnaby Pérez, un líder juvenil disidente, cita El Confidencial.