“La tragedia existencial de Daniel Ortega y su esposa Rosario Murillo, vicepresidenta y heredera del poder dinástico, se resume en un afán desesperado por imponer el relato del presunto milagro que han protagonizado en la historia nacional, pero a pesar del monopolio de medios de comunicación que controlan para difundir su mensaje de forma reiterativa, éste no logra ser creíble ni verosímil”, denuncia el periodista Carlos Fernando Chamorro, director del sitio independiente Confidencial de Managua.
“Y así se ha producido la transmutación del caudillo como cabeza de uno de los nuevos grupos económicos más poderosos del país, a través del desvío ilegal de más de 3,700 millones de dólares de la cooperación estatal venezolana a sus arcas privadas. Un delito ampliamente documentado por la prensa independiente, que intenta ser enterrado por la inacción de la justicia, el Congreso, la Fiscalía y la Contraloría, que están sometidos al control absoluto de Ortega. Mientras en Centroamérica y América Latina, soplan vientos de lucha contra la corrupción, en Nicaragua prevalece un silencio cómplice ante el mayor acto de corrupción de nuestra historia. Esa es la cosecha del miedo y el chantaje, el verdadero milagro del relato de la nueva dictadura”, destaca Chamorro.