Elecciones 2018: la campaña no tiene dueño

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  • La campaña no está definida, advierte el estratega político Víctor Ramírez 
  • Hay un 60% del electorado sin afiliación partidista y podría ocurrir lo de los comicios anteriores, la gente se decidiría en las últimas semanas
  • A los votantes ya no se les arrastra con banderitas o stickers; transparencia”, es la palabra clave, dice

Edgar Fonseca M., editor PuroPeriodismo.com

San José-Fue parte de la campaña que llevó al poder a Luis Alberto Monge en 1982 tras la controversial administración Carazo.

Fue parte de la campaña, “muy cerca de la cúpula”, que llevó por primera vez al poder a Oscar Arias en 1986. Aquella campaña de la “paz para mi gente…paz para mi tierra”.

Fue parte de la fallida campaña del economista Carlos Manuel Castillo en 1990. Fueron tres campañas seguidas.

Fue invitado pero no quiso estar en la campaña que llevó al poder a José María Figueres en 1994.

Y fue arrastrado, dice,“literalmente arrastrado. Fue un error de mi vida. Dije no mil veces, y, al final, casi por pena, me metí en la campaña de José Miguel Corrales (1998). Terminé en depresión por estar en lo que no debí haber estado”.

Víctor Ramírez, uno de los más respetados estrategas y analistas políticos del país, sabe lo que es estar cerca del poder. Sabe lo que es estar en el poder y sabe lo que es estar distante del poder.

¿Por qué es tan crítico del poder?, le pregunto la tarde del martes 24 de enero que me atiende en un sobrio estudio de su residencia en el viejo barrio La Paulina, absorbido por el vértigo universitario y comercial.

“Porque el poder es la gran ramera de la historia. El poder es el gran demonio. El poder corrompe y el poder absoluto corrompe absolutamente. En lo único que estoy convencido es en la democracia”, me responde.

Este abogado de formación, de casi 71 años, pero comunicador por vocación, cineasta, exfundador, junto con Manuel Formoso, del semanario Universidad, pionero del Centro de Cine, curtido en la BBC de Londres, pero ante todo un ser político, mira distante pero no ajeno el derrotero de los acontecimientos del país desde la directiva del Banco Nacional en la que fue nombrado por la presente administración hace año y medio.

A un año de los comicios del cuatro de febrero de 2018, Ramírez no cree que la campaña esté definida. Hay un 60% del electorado sin afiliación partidista, dice,  y vaticina que, tal como, sorpresivamente ocurrió con la elección de Luis Guillermo Solís, la campaña estaría para resolverse en las últimas semanas.

No le va a ser fácil a ningún aspirante, advierte, porque el electorado tico es hoy mucho más maduro y crítico. La democracia tica es mucho más madura, alaba sin descanso y transpirando una particular admiración por el grado crítico de los ciudadanos.

“Transparencia”, dice será la clave para cualquier aspirante que desee ganarse el favor del electorado.

El tico ya no traga cuento…

-Con un ciudadano, con un votante tan escéptico, a estas alturas en que estamos conversando, ¿es difícil vislumbrar una definición clara en el panorama político para Costa Rica, para los próximos cuatro años?

-Sí claro, porque hoy en un alto porcentaje, yo, en mi cálculo es que por lo menos el 60% de los costarricenses no posee partido político, no tiene afiliación política, no tiene simpatía política. Quiere decir que todos los demás, todos los partidos, todos, tienen el 40% de los votos, se están repartiendo el 40%, y porque entonces si ya ese joven, ese “millenial”, ese muchachito de 20 años, para el cual todas las referencias políticas que nosotros conocimos, del todo no existen. Con el 48, cero referencia. Figueres, la palabra Figueres o los apellidos Figueres y Calderón, no existen para él, del todo no existe, y no tiene ninguna adhesión emocional ni mental hacia ningún partido político. ¿Eso dificulta a cualquier político? Por supuesto que dificulta en la forma tradicional. ¿A mí me gusta mucho? Sí, tal vez soy minoría en este mundo. Me gusta mucho porque nos obliga a ser mejores. Nos obliga a un caldo de cultivo, crítico, escéptico, independiente. Obliga mucho más a comportarse mejor, a cualquier político, a cualquier gobernante.

El dinosaurio del bipartidismo…

-Dentro de ese comportamiento del electorado costarricense, tan crítico, tan escéptico y tan desafeccionado hacia los partidos, ¿es previsible que la composición, la amalgama de fuerzas políticas, de partidos políticos va a continuar siendo más variada de lo que se conocía hasta ahora? Eso que se llama multipartidismo, ¿va a persistir, se va a mantener?

-Me da la impresión que sí, que va a continuar el multipartidismo, esta fragmentación política. Debemos acostumbrarnos. Así como le doy la bienvenida a todas las verdades del mundo, no quiero vivir engañado con nada. No me parece sano en ningún sentido, en mi vida personal ni, en general, en la vida de las naciones, vivir engañados. Es mejor que sepan cómo son las cosas, es más sano. Eso es lo que es un adulto. Es mejor una población más adulta que más infantil. Igual estoy convencido que hay que aceptar la realidad. Así como hay que aceptar la verdad, hay que aceptar la realidad. Podemos llorar sobre la leche derramada, podemos decir que, quizá, es más fácil gobernar con el bipartidismo, que eso sería también un tema de tremenda discusión, porque entraríamos a discutir cómo funcionó el bipartidismo, y qué logró en este país y qué no; en qué sentido funcionó mejor o no funcionó mejor que hoy. Porque hoy lo que sabemos es que se vinieron acumulando casi todos los problemas. Hagamos una lista así rapidita, el problema de la infraestructura, el problema de la educación, el problema del déficit fiscal, el problema de la ineficiencia de las instituciones, el problema de la Caja. ¿Cuál tema importante se solucionó en este país mientras el bipartidismo tuvo una gran fuerza? Soñar con que vamos a volver, a mí me parece que, quitemos lo que a mí me guste o no, hoy la realidad nos indica que eso no es posible, por lo menos a mediano o a corto plazo. Lo mejor en la vida es enfrentarse a esa realidad, pero aceptándola, sabiendo cual es. Es mejor que entendamos que lo que hemos vivido ya hace 8, 10 o 12 años, que hay una mayor fragmentación, que ningún partido político tiene una mayoría, que hacer alianzas es muy difícil, que ya no es cuestión que se pongan de acuerdo dos líderes ahí sobre algunas cosas, como el pacto “Figueres-Calderón”, por poner el ejemplo de una extraordinaria alianza, de hace algunos años. Todas esas cosas hoy son mucho más difíciles. Sí, son mucho más difíciles. Yo no lo inventé. Nadie lo inventó. Así se desarrolló nuestra sociedad. Es el resultado de muchos factores, entre otros, los que vos planteabas, salieron escándalos profundos, muy sonoros. ¿De las más altas esferas de la vida política?, sí. Como resultado de eso, ¿la gente perdió la inocencia?, sí. Como resultado de eso, ¿se desplomó uno de los partidos del bipartidismo?, sí. Como resultado de eso, ¿también bajó el otro partido que quedaba y en la ultima elección es derrotado por un partido pequeño, con una persona que no era conocida seis meses antes?, sí. Esa es la realidad, y hoy, más o menos, ¿creo que podemos andar en un camino similar?, sí, en el sentido de que un alto porcentaje de la población costarricense, al día de hoy, a un año de las elecciones, no tiene afiliación partidaria.

Luis Guillermo sí le entró a las convenciones

 -Probablemente no coincides con algunos que conceptualizan la democracia costarricense como una democracia disfuncional, entrabada.

-Cuando yo hablo de que es rica, no quiere decir que sea perfecta, ni mucho menos, no. También cuando muchos de los políticos hablan de la disfuncionalidad de la democracia, se están refiriendo a ellos mismos. ¿Quiénes son los responsables de la disfuncionalidad de la democracia o de las instituciones? ¿Quiénes son responsables? O es que solitas, ¿viene una especie así de magia negra y las convierte ineficientes? Todas son creadas y administradas por seres humanos. En mi experiencia, puedo darme cuenta en “año y pico” que tengo de estar en una institución, que la impronta de unos pocos seres humanos puede hacer grandes cambios en una institución, pero si las personas que van ahí no les interesa hacer grandes cambios, pues los problemas se siguen acumulando, los vicios se siguen acumulando. ¿Qué tenemos hoy? Un empleo público lleno de pluses. Este es el primer gobierno en la historia nacional que va a denunciar todas las convenciones colectivas, todas. Cuando termine el gobierno van a haber estado denunciadas todas. Es el primero. Antes de este ninguno denunció ninguna convención colectiva. Todo lo que solicitaban los empleados, los trabajadores, los políticos se lo daban, porque no hay nada más lindo que ser San Nicolás. No hay nada más lindo que ser generoso con los dineros de los demás y no con los míos. Eso se llama desde hace 2500 años populismo, demagogia. De eso hablaban Platón, Sócrates y Aristóteles, hace 2500 años, de la palabra demagogia, de la palabra populismo, que es simplemente darle a los demás aquellas cosas que en el fondo no se merecen y que, además, nos cuesta a todos mucho dinero. En uno de los gobiernos anteriores, en la Caja Costarricense de Seguro Social se pasó la cesantía de 8 años a 20 años, y se metieron en ese gobierno como 10 mil personas en la Caja. Problemas de esa naturaleza podemos hablar decenas. Hoy el país llegó a un momento en que se acumularon todos esos problemas, entre esos el déficit fiscal, que es el problema más serio, económico, que tenemos, muy serio. ¿Eso quién lo inventó? ¿Cayó del cielo? o ¿fue inventado por personas que estuvieron al mando de la sociedad costarricense y que dejaron que se acumulara ese déficit?

La soga de los políticos…

-Desde tu perspectiva ¿hay responsabilidades que no se han sentado aquí desde el punto de vista político?

-Por supuesto, y de alguna manera se van a sentar y algunas se han sentado. El resultado de la última elección es un poco de eso. Hay un espíritu crítico muy fuerte hoy. No tengo ninguna duda. No quiero idealizar a nadie, porque entre gente, que como yo, nos gusta el análisis político, también a veces hay una percepción de que es un ciudadano muy difícil, de que los ciudadanos dicen muchas tonterías, de que las redes se utilizan para insultar, sí, por supuesto, siempre será así en la historia humana. Usted puede utilizar cualquier herramienta bien o mal, y así es, siempre será así. Un cuchillo sirve para cortar el pan o para matar a alguien.

-Desde esa perspectiva de algunas responsabilidades políticas acumuladas, ¿crees que ese clima de desafección ciudadano, es un pase de factura a esos liderazgos políticos en su momento?

-Claro que sí. Porque como la gente se destetó, como el niño pasó a ser adolecente y adulto, como el ciudadano se desligó de su visión partidaria, como tenía más capacidad para ser crítico, viniera de donde viniera el problema. Es que antes la gente seleccionaba la crítica: el calderonista criticaba al del frente, y este al del otro, pero no se criticaban a sí mismos. Hoy los ciudadanos al no tener afiliación partidaria, plantean la crítica venga de donde venga, con mucho más libertad ¿Eso a mí me parece que es extraordinario?, absolutamente. ¿Qué es el ideal democrático, uno de los ideales democráticos? Una ciudadanía bien informada, inteligente, crítica, escéptica, cuestionadora, eso es.

-¿Qué esperas vos sobre la marcha del país a partir de la definición electoral en el próximo cuatrienio?

-Que ojalá los candidatos, los partidos, comprendan cuál es el sustrato sobre el cual están trabajando, cuál es la realidad del país. Me da la impresión de que muchos siguen sin comprender, siguen con los parámetros mentales y emocionales del pasado, creyendo que las formas de hacer política en el pasado, que entre comillas dieron algún éxito, hoy pueden continuar dando éxito. Los hechos son muy contundentes. Una encuesta del CIEP de la Universidad de Costa Rica de hace dos años y medio poco después de la segunda ronda electoral, se le preguntó a la gente por qué había votado o votó, y la gente respondió, más o menos, treinta y tanto porciento, qué lo decidió para el voto, como “treinta y pico” porciento los debates, “veinte y pico” porciento programas de análisis político, cualquiera que fuera, cualquier de la radio, televisión, YouTube, en lo que fuera, noticias, etcétera., y el 0.9 porciento la campaña electoral. Con la campaña electoral quieren decir los anuncios, las plazas públicas, las rutas de la alegría, las banderitas, los stickers, etcétera. El 0.9 por ciento, si eso no es un ciudadano mucho más inteligente que en el pasado, yo no sé que lo es. Prefiero un ciudadano como ese, que ya no es con plazas públicas, ni con discursitos de plazas públicas, sino diciendo realidades. Dígame, cuénteme usted su vida, qué es lo que ha hecho, y cuénteme con realidad, qué es lo que piensa hacer. ¿Prefiero a ese ciudadano?, mil veces prefiero a ese ciudadano. Estoy convencido de que hoy somos una sociedad en ese sentido más madura, más democrática y que posee un espíritu crítico en el buen sentido de la palabra, mayor que antes. Eso es más sano para nuestra sociedad, que lo que vivimos en el pasado”.

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PUNTO Y APARTE

 El poder “la gran ramera de la historia”

 -Has estado en el poder, muy cerca del poder, pero has sido muy crítico del poder. ¿por qué?

-Porque el poder es la gran ramera de la historia. El poder es el gran demonio. El poder corrompe y el poder absoluto corrompe absolutamente, por eso en lo único que yo estoy convencido es en la democracia. Me dicen, ¿en qué cree usted?, en la democracia. La democracia es una profunda libertad de cada uno de los ciudadanos, que somos los dueños de la sociedad, a final de cuentas, para que podamos expresar sin cortapisas, con toda libertad lo que pensamos, sobre todo los temas que queramos, privados o públicos, pero sobre todo sobre el curso de los acontecimientos políticos, que tanta incidencia tienen sobre los seres humanos. Estoy convencido que es el menos malo de todos los sistemas, que lo que hay que hacer es profundizar la democracia, que lo que hay que hacer es llevarla a niveles mayores, entre otras cosas, estoy convencido que una palabra que es nueva, relativamente nueva en el diccionario político, es la palabra “transparencia”. Debe profundizarse enormemente en todos los campos. La transparencia hoy es la gran palabra, digamos, de la historia política, como lo fue en el pasado rendición de cuentas, división de poderes, libertad, etcétera., porque mientras más transparentemos el poder, más se le dificulta a quienes quieren hacer mal las cosas, hacerlas. Eso en todos los campos. Mientras más se transparente el Vaticano, mejor para todos. Mientras más se transparente todos los poderes del mundo, todos, Wall Street, la Casa Blanca, Zapote, el Banco Nacional, todos, mejor para los ciudadanos”.

 

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 La leyenda de José Figueres Ferrer

A Víctor Ramírez se le iluminan los ojos cuando me habla del expresidente José Figueres Ferrer. Es una figura “señera” de nuestra historia, me enfatiza.

Ramírez se encuentra en la recta final de un libro sobre la vida y la leyenda, y sobre el mito alrededor del exmandatario que lideró la revolución triunfante del 48, abolió el ejército y fundó la Segunda República.

“Ha sido para mí una figura señera en la historia nacional. Con defectos, por supuesto, con limitaciones, pero que estoy seguro que le debemos mucho de este país, de las cosas buenas de este país, un hombre muy talentoso, muy visionario, muy lúcido, más de lo que la gente cree. La tesis del libro es que él es un célebre desconocido. Todos hablamos de Figueres, pero es menos conocido de lo que la gente cree. Hay mucho mito, mucha leyenda urbana sobre él, y trato de explicar un poco, con alguna profundidad, cuál ha sido su vida”, cuenta Ramírez.

 

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Analista Víctor Ramírez. PuroPeriodismo.comUniversidad, el Centro de Cine, las campañas…

Derecho por formación, comunicación por vocación y política de por vida marcan el derrotero de Víctor Ramírez. Junto al deleite de compartir en estos tiempos los quehaceres, las preocupaciones y los pequeños negocios de la familia, Ramírez tiene como pasión la lectura y la escritura.

-¿Dónde y cuando nació?

-Nací el 16 de julio de 1946, casi que en el centro de San José.

¿Dónde estudió?

-En la Escuela Buenaventura Corrales, la primaria, en el Saint Francis College, la secundaria, y en la Universidad de Costa Rica, estudié Derecho.

-¿Dónde se especializó y en qué área?

-Yo me retiré de Derecho desde el inicio. La verdad no tenía vocación, y me gustó la comunicación siempre. Yo fui fundador, junto con Manuel Formoso, del Semanario Universidad y de ahí me pasé al Centro de Cine, que era una locura mayor todavía. Estuve un tiempito ahí. Una etapa muy bonita de mi vida haciendo documentales sobre temas álgidos de la sociedad costarricense. El de los presos es el más conocido. Estuve luego en Londres, en la BBC, en cursos y en unos trabajos prácticos. Regresé un tiempito ahí al Centro de Cine y me retiré. Estuve en las campañas de Luis Alberto Monge, fue la primera campaña; en la campaña de Óscar Arias, muy de cerca en la cúpula; en la campaña de Carlos Manuel Castillo, fueron tres campañas seguidas. Ya no quise estar en la campaña que seguía de “Chema”. Fui invitado, pero no quise estar. Luego fui arrastrado en la campaña de Corrales. Así, literalmente arrastrado. Fue un error de mi vida, dije que no mil veces, y, al final, casi por pena, me metí en la campaña de José Miguel (Corrales). Terminé en depresión en esa campaña, por estar en lo que no debí haber estado, y en general mi vida se ha dedicado un poco a algunas empresas familiares, pequeñas, mías junto con mi esposa y mis hijos, y a mi vicio que es leer y escribir. Ese es mi vicio mayor. Estoy terminando un libro, ya virtualmente está terminado sobre José Figueres Ferrer, que espero sacarlo este año.

-Y dedicado al análisis y la observación política.

-Sí claro, de las lecturas me gusta la historia sobre todo, la política, la sociología, la psicología, la economía. Igual estuve en el pasado muy cercano con CAPEL y el Instituto Interamericano de Derechos Humanos como asesor externo de ellos por varios países de América Latina dando asesorías sobre comunicación políticas y también en partidos políticos fuera de Costa Rica. El gozo mayor en estos momentos es leer y escribir.

-La lectura te apasiona, ¿alguna obra favorita?

-Vamos a ver, favorita, tengo una lista de autores a los que leo. Te voy a hacer una lista rápida. Leo mucho a Neil Ferguson, que es un historiador inglés que ahora radica en los Estados Unidos, moderno. Es relativamente joven, brillante, con una producción literaria enorme. Me gusta mucho leer a los clásicos, a Platón, Aristóteles, a Maquiavelo, a John Locke, a Emerson, a David Hume. David Hume es una figura extraordinaria, es un inglés del siglo XVIII, brillante. Todos estos clásicos nos demuestran que el mundo siempre ha sido el mismo y que los problemas de hoy son los que han existido siempre, y que el poder siempre ha corrompido, que las dificultades siempre han estado presentes en la historia humana. Octavio Paz ha sido otro. Ahora lo leo menos”.

VER TAMBIEN: Desafección partidista es colectiva

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