Jorge Corrales Quesada, economista
Se estima que el déficit fiscal para este año que empieza será ligeramente inferior a un 6% por PIB, según el Banco Central. Por lo tanto, uno esperaría que las autoridades gubernamentales moderaran en sus distintos entes estatales el crecimiento de los gastos programados para este año. Ya hemos visto la presión del gobierno para que la Asamblea Legislativa apruebe nuevos y mayores impuestos, pero uno esperaría algún grado de congruencia con la urgente reducción de gastos, en especial no prioritarios.
Por tan poderosa razón, llama mucho la atención la noticia divulgada en la edición de La Nación del 31 de diciembre del 2016, bajo el titular “Autónomas abrirán llave del gasto en publicidad en 2017: 11 entes que gastaron ₡7.685 millones este año [2016] presupuestan ₡10.128 millones para el entrante [2017]”. Irónicamente, lució como un regalito para los ciudadanos al cierre del año o como una cobranza para no celebrar con tranquilidad el inicio del nuevo.
A “chorro abierto”
En sencillo, esos 11 entes -instituciones autónomas que forman parte del estado- gastarán ₡2.443 millones más en este año, en comparación con el previo. Es decir, un “ligero” incremento ¡del 32% tan sólo en el rubro de publicidad!
Veamos algunos datos acerca de esas once entidades y lo que planean gastar en publicidad en el 2017 (y si es posible, compararlo con el 2016):
-Acueductos y Alcantarillados (AyA): se aumenta de ₡123 millones en el 2016 a ₡409 millones en el 2017; esto es, un incremento del 232%.
-Instituto Mixto de Ayuda Social (IMAS): se eleva de ₡85 millones en el 2016 a ₡207 millones en el 2017; esto es, un aumento del 144%.
-Superintendencia de Telecomunicaciones (SUTEL): se incrementa de ₡243 millones en el 2016 a ₡518 millones en el 2017; es decir, un alza del 131%.
-Refinadora Costarricense de Petróleo (RECOPE): se acrecienta de ₡525 millones en el 2016 a ₡681 millones; es decir, un engrosamiento del 30%.
-Instituto Costarricense de Electricidad (ICE): no hay datos, pues son “confidenciales” (una especie de secreto de estado, que los ciudadanos -ni siquiera los usuarios que pagamos por sus servicios- podemos conocer).
Lamentablemente, la información periodística mencionada no brinda datos del gasto en publicidad en el 2016 de las restantes 7 entidades autónomas, sino tan sólo lo presupuestado para el 2017, de forma que no es posible ver su tasa de crecimiento.
-Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), el gasto del 2017 en publicidad ascendería a ₡2.123 millones.
-Consejo Nacional de la Producción (CNP) gastaría en publicidad ₡383 millones (¿Sabe usted qué produce esa entidad?)
-Patronato Nacional de la Infancia (PANI): el gasto correspondiente se elevaría a ₡1.339 millones.
-Junta de Administración Portuaria y Desarrollo Económico de la Vertiente Atlántica (JAPDEVA): el gasto que efectuaría sería de ₡32 millones.
-Instituto de Alcoholismo y Farmacodependencia (IAFA), presupuestó un monto de ₡895 millones.
– Instituto Nacional de Vivienda y Urbanismo (INVU): planea gastar en publicidad en el 2017, la suma de ₡318 millones.
-Instituto Nacional de Seguros (INS), estima gastar en dicho rubro ₡3.223 millones.
No hay duda que la cosecha de la “abundancia” se desparrama en el país…
Con los gastos en consultorías sucede algo parecido, según lo reporta La Nación del 30 de diciembre: “9 instituciones triplicarán su gasto en consultoría en el 2017: Partida crecerá de ₡5.270 millones a ₡18.816 millones.” Esto es, se dará un aumento del 257% en este año, en comparación con el anterior -₡13.546 adicionales.
Veamos algunos ejemplos:
-Instituto Nacional de Aprendizaje (INA): pasa de ₡444 millones en el 2016 a ₡7.210 millones; un “ligero” aumento del 1.524%.
-Instituto de Alcoholismo y Farmacodependencia (IAFA): pasa de ₡274 millones en el 2016 a ₡2.291 millones para el año 2017; un alza del 736%.
-Acueductos y Alcantarillados (AyA): aumenta de ₡425 millones en el 2016 a ₡1.232 en el 2017; un incremento del 190%.
Todo esto da mucho qué pensar y, por supuesto, los jerarcas de turno darán diversas explicaciones de por qué tales montos y aumentos, tanto en publicidad, como en consultorías -algunas de ellas más o menos entendibles- pero, para un país aquejado por serios problemas de escasez de recursos fiscales, la mesura requerida no aparece en esas parcelas del poder. Son gastos que todos terminamos pagándolos, con impuestos, costos de servicios públicos, etcétera. Son aumentos enormes, en especial para una sociedad que no está boyante en su situación económica.