“El rito se cumplió a las 5.30. A esa hora Esneyda Jarquín informó que era el momento de que todos salieran al pie de la hoguera a orar y así cumplir el mandato de Dios. Pedro y Franklin soltaron del tronco a Vilma, que seguía atada de pies y manos”, narra una crónica de El País de Madrid sobre el drama de una mujer quemada en una hoguera por la secta religiosa Visión Celestial en El Cortezal, Rosita, Caribe Norte de Nicaragua.
“La joven, desesperada, opuso resistencia. Los hombres la lanzaron a la hoguera y Vilma comenzó a arder, sus gritos de desesperación llegaron hasta la iglesia donde otros miembros de la congregación se mantenían orando, entre ellos la hermana menor del Vilma, a quien no permitían salir. El pastor Rocha y sus compañeros dejaron a la mujer ardiendo. El fuego quemó las sogas que la ataban, lo que le permitió salir de las llamas, cuando su cuerpo ya estaba calcinado. La mujer quedó a una orilla, sufriendo sus quemaduras”, dice el relato del periodista Carlos Salinas.
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