Los secretos de Manuel Antonio…

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Edgar Fonseca, editor PuroPeriodismo.com

Manuel Antonio, Quepos-Una sesión matutina de yoga a boca de playa.

Lectura en solitario debajo de un árbol de almendro al frente de playa Espadilla.

Alguien por allá pregonando su mensaje a un atento grupos de extranjeros.

Jóvenes de aquí para allá con sus tablas de surf.

O el parasailing que le permite a los viajeros observar desde lo alto el entorno costero circundante del parque nacional Manuel Antonio, forma parte del entretenimiento para miles de gentes que repletan en verano este legendario paraje de nuestro Pacífico Central.

Un domingo cualquiera de estos no cabe una alma allí.

Pero en medio de aquella invasión de turistas, nacionales y extranjeros, saltan, también, las interrogantes de cómo darle un mejor trato a los visitantes.

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-No se siente la vigilancia-Empezando por la seguridad, siendo este un imán del turismo mundial, dada la visitación récord anal al parque nacional, debería ser más evidente la presencia de efectivos de seguridad, de la policía turística, del tránsito, prestos a auxiliar a los visitantes; prestos a prevenirles de cualquier inconveniencia o a orientarlos. El turista agradece, en cualquier parte del mundo,  seguridad, guía, apoyo, servicio y buen trato. ¿Qué piensan en el ICT?

-Faltan parqueos-No hay parqueos cómodos. Sobre todo en fines de semana, y particularmente en el verano, en el centro de Manuel Antonio el parqueo de vehículos se vuelve caótico. La gente parquea donde sea. Literalmente meten los carros hasta las circundancias de la playa o los trepan sobre las aceras, obstruyendo el paso vehicular.

-Tiendas de campaña como tugurios-En lo más céntrico de la playa Espadilla se permite acampar. El espectáculo es poco agradable dada la contaminación visual y de basura que generan los usuarios de las tiendas. Alguien debe poner orden, restringir o prohibir acampar allí sino quieren que aquello se convierta en el deprimente espectáculo a vista de todo el mundo en playa Herradura. Y, de nuevo, dada la enorme cantidad de visitantes, la municipalidad de Quepos debería fijar servicios extraordinarios de recolección de desechos en los fines de semana.

-Cinta de aceras-Con aquella tromba de turistas, nacionales y extranjeros, se hace indispensable una cinta de aceras que desde Quepos hasta Manuel Antonio facilite a los turistas, sobre todo incautos extranjeros, movilizarse, a cualquier hora, sin riesgos a lo largo de aquella angosta, empinada y zigzagueante ruta de acceso a Manuel Antonio. En la de menos y lamentamos una emergencia.

-¿Qué piensan en el MINAE con esos $16 dólares por visitante que les llenan sus arcas, sobre todo cada verano, para promover con la comunidad, con los empresarios, con las escuelas de turismo de las universidades, para realmente consolidar  a Manuel Antonio en seguridad, en limpieza, en servicio, en comodidad como esa perla indiscutible del turismo internacional?

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