El acceso al Parque Nacional del Volcán Poás queda cerrado de manera indefinida debido a la peligrosa actividad eruptiva en que entró el coloso en la última semana.

Así lo anunciaron los responsables del parque con base en recomendaciones de expertos.

El volcán hizo al menos 14 erupciones entre viernes y sábado con lanzamiento de gases, cenizas y rocas de distintos tamaños.

“La actividad volcánica es impredecible y va en aumento según se nos informa por parte de los expertos, por lo que el cierre a la visitación es nuevamente confirmado y así mismo indefinido. Este cierre debe darse bajo el principio de autotutela que nos cobija y hasta que pueda técnicamente ser comprobado que sea estable (cosa que actualmente no lo es) y podamos reacondicionar los servicios (situación que actualmente no se puede dar por causa de la inestabilidad de la actividad volcánica)”, anunció el administrador del parque Redy Conejo.

Peligrosidad inminente

Según su referencia, “desde marzo del 2017, ha venido en aumento la actividad del Volcán Poás y en el área protegida nos hemos tomado muy en serio esta situación, pues es nuestra responsabilidad velar por el bien público y la integridad de las personas”. “Desde el 9 de abril que se decidió evacuar por una desgasificación fuerte, mismo evento que fue precursor a la actividad actual, nos hemos mantenido en cierres prorrogables a la espera de cambios positivos de dicha actividad”, dijo.
Sin embargo, la actividad ha venido en aumento a niveles de peligrosidad inminentes, se han presentado tres erupciones grandes y múltiples erupciones medianas y pequeñas cada 40 minutos, que han propiciado la caída de rocas en el mirador principal y en los senderos. Estas rocas van de tamaños de 40cm de diámetro a 2 metros de diámetro. Así mismo, las instalaciones ya se encuentran llenas de sedimentos, cenizas y materiales volcánicos, los parqueos están abarrotados de ceniza, no sabemos las condiciones del agua a utilizar. La desgasificación es muy alta, hay partículas en el aire que son muy peligrosas. Sobre esto último, la Universidad Nacional tiene estudios que respaldan lo dicho, añadió el funcionario.
“Todo lo anterior –agregó– trasciende la capacidad institucional para habilitar servicios turísticos, dentro del parque, con estas condiciones es imposible atender turismo. No vamos a exponer a los funcionarios y a los visitantes a condiciones de peligro inminente.
“Debemos ser objetivos y efectuar un cierre indefinido hasta que sea seguro. No abriremos el Parque Nacional Volcán Poás, y ser claros que no se podrá permitir la visitación hasta que las condiciones volcánicas sean estables y seguras. Asimismo, una vez lograda esta condición deseada, no se podrá reabrir hasta evaluar la infraestructura y acondicionarla nuevamente para un buen servicio. En este momento las dos condiciones no pueden ser posibles”, enfatizó Conejo.