Expertos del Ovsicori-Una recomiendan reforzar la vigilancia del volcán Poás y tomar medidas preventivas sobre todo en el área del mirador turístico, a partir de un incremento de la actividad del coloso desde inicios del presente año.

El informe de Ovsicori detalla: “Desde el inicio del 2017, el grupo de monitoreo volcánico de OVSICORI-UNA ha estado observando un aumento sustancial en la actividad sísmica, la tasa de emisión de gases magmáticos-vapor de agua, así como un nivel importante de deformación cortical del edificio volcánico del Poás. Los registros sísmicos testifican la presencia de numerosas señales sísmicas (LP) de baja frecuencia y alta amplitud, registrándose más de 200 eventos diarios entre finales de marzo e inicios de abril, y la reaparición de pequeńas erupciones freáticas desde el 30 de marzo. La deformación cortical ha mostrado una tendencia a la inflación durante el mismo periodo con un levantamiento vertical, de la zona sumital (cumbre del volcán) de más de 1 cm en tres meses, y un aumento de 3 mm en la horizontal entre dos sitios ubicados al sur y al norte del cráter y separados entre sí 1570 m”.
“Ahora en abril el lago cambió rápidamente de un color verde lechoso a un color gris lechoso lo cual sugiere vigorización de las fumarolas subacuáticas existentes debajo del lago”, añade.

Turistas testigos
Los turistas fueron testigos el primero de abril del reinicio de las actividades del coloso. “El 1 de abril el volcán presentó una emisión pequeña de gas-vapor y partículas saturadas en agua en el borde sur del lago al oeste del campo fumarólico habitual del domo. Esta emisión fue observada desde el mirador de visitantes por numerosos turistas que estaban en el momento y grabada en video por un guía de turistas. Esta zona no mostraba actividad fumarólica ni anomalías térmicas al menos los días 4 y 5 de abril, cuando personal del OVSICORI-UNA visitó el volcán para trabajo de rutina de muestreo, mediciones, y mantenimiento de instrumentos vulcanológicos. El evento del 1 abril ha marcado el inicio de cambios visibles a nivel de la superficie del volcán en la región del cráter activo precedidos por el aumento en la sismicidad volcánica: Dígase el aumento de la actividad fumarólica alrededor del domo con emisión de una corriente de gas con sonido de jet, y aumento en el flujo de calor y gas a través de la región comprendida entre el domo y el lago ácido”, agregan.

El volcán, según los especialistas, “ha presentado cambios geofísicos importantes desde el inicio del año 2017 y más recientemente está manifestando a nivel superficial cambios geoquímicos como el aumento en el flujo de calor y gases de firma definitivamente magmática. Tal firma fue observada previamente en julio 2016 y en el periodo 2006-2014. Estos cambios sugieren la ocurrencia de una pequeña intrusión de magma que, considerando la actividad observada estos últimos años, podría generar un calentamiento del domo y mayor actividad fumarólica y/o la reactivación súbita de erupciones freáticas energéticas similares a las observadas entre los años 2006-2014. Por tanto, se recomienda reforzar la vigilancia del volcán y tomar medidas preventivas sobre todo en el área del mirador del Parque Nacional Volcán Poás”.