Edgar Fonseca M., editor
Ante la brutal embestida de las mafias, a la Dirección de Inteligencia y Seguridad (DIS) hay que fortalecerla no desmantelarla como ha sido uno de los propósitos políticos primarios, desde campaña, de prominentes figuras del partido gobiernista y de su fracción en maridaje con los extremistas en la Asamblea Legislativa.
Si el drama vivido por escolares, colegiales, docentes y padres de familia en el Mount View School en Guachipelín de Escazú, a manos de sicarios disparando a sangre fría, acribillando a un denunciado “matón”, –que andaba como Pedro por su casa en este país de Dios–, calcinándolo al incendiar su camioneta; matando a uno de sus lugartenientes, hiriendo a un escolar indefenso, y generando caos, si todo esto no es suficiente para que los políticos interesados en desaparecer la DIS abran, de una vez por todas, sus ojos, pongan sus “barbas en remojo”, y se den cuenta que, más que nunca, se necesitan cuerpos policiales, preventivos y represivos, fortalecidos, reforzados, modernizados, no tienen cuando.
La DIS necesita remozamiento pero no al vaivén de vendettas ideológicas, como, parece ser, la tonalidad de la “reestructuración” que se le impone.
¿De qué se trata ese engendro del DIEN que cocinan en la Asamblea? ¿De dónde viene ese modelo? ¿Dónde funciona? ¿Cuál es el afán de politiquillos pasajeros de manosear, penetrar y tomar, de tener control de la agencia de inteligencia? ¿Están enterados los candidatos presidenciales principales de los componentes de esa reforma? ¿O la van a pasar, así de fácil, a “golpe de tambor”, como anda presionando un gobierno desbordado por la inseguridad?
Una reforma que se ha cocinado en un ambiente legislativo hostil, de ataque y deslegitimación a la institución y misión de la DIS, debe ser revisada con lupa, sobre todo en estos tiempos vacíos del fin de administración. Qué no pase como con la nefasta “ley mordaza” bolivariana que nos quisieron zampar con “aceite Castor”.
La DIS debe ser modernizada. Debe ser transformada en un organismo de inteligencia profesional, protector primario de la seguridad ciudadana, a partir de funciones estrictamente técnicas, no sujetas a pasajeros vaivenes politiqueros; sujeta, sí, al imperio de la ley, y en profunda coordinación con el resto de entes policiácos.
Ante la “guerra” delincuencial que nos azota, inclemente, que no nos deja en paz ni siquiera en las escuelas y colegios; ni siquiera en la recreación o en el descanso, –recuerden la reciente matanza de inocentes en Cieneguita–; que no respeta sitio, hora, momento ni condición social, es crítico fortalecer los cuerpos de seguridad del país, la DIS de primero.
Se debe reforzar, también, al Organismo de Investigación Judicial. El OIJ debe recuperar su liderazgo institucional en la lucha contra el crimen. Al organismo judicial hay que multiplicarle los recursos, no a las odiosas pensiones de lujo…
Debe dotarse a estos, y a los demás cuerpos, de la más moderna tecnología, de los recursos humanos más calificados, deben estrecharse alianzas con aquellas naciones y entidades que, en el hemisferio y allende, se precian hoy de tasas de seguridad a las cuales, ojalá, retornemos algún día.
No es debilitando a la DIS como se gana esta batalla, como se le garantiza al país protección ante la arremetida de los carteles del narco y del terrorismo internacional, perversamente mezclados.
Tampoco es poniéndola a repartir bolsas de comedera –con deliberado afán politiquerillo– tras una emergencia, o a reparar “fugas de agua”; en fin, “poniéndola a jugar de casita”, mientras los mafiosos llenan de sangre nuestros barrios, ciudades, hogares.
Recuperar la seguridad de los costarricenses será una tarea titánica para el próximo gobierno. Y eso pasará por blindar a los correspondientes cuerpos y organizaciones. A la DIS hay que salvarla, no desaparecerla como muchos sueñan.
Punto final– Al Ministro de Seguridad lo pusieron “entre la espada y la pared”; en 30 días debe resolver lo que a esta administración le cogió muy tarde para descifrar y, mucho menos, contener. Mucho selfie promocional y ocurrencias en tiempos de emergencia nacional. Y, con ese “espaldarazo”, cualquiera renuncia.
… Decapitaron al fundador del PAC de la principal comisión legislativa contra la corrupción. Palada final del “Mayo Negro”, por si alguien tenía dudas.
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Además: entrevista exclusiva con el Fiscal General Jorge Chavarría: Fiscal denuncia a las mafias internacionales
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