José Luis Valverde Morales, periodista
Casi todas las disciplinas deportivas tienen recesos para el descanso, en ese espacio se analiza el marcador, se revisan las estrategias y se define la táctica en procura del ansiado triunfo. En pocas horas iniciaremos la segunda ronda, es tiempo oportuno para la reflexión, meditación, introspección o como quiera llamarle de cara a los meses restantes para culminar el año.
En los albores del almanaque formulamos propósitos de la más diversa índole, desde dejar unas libras en el camino, emprender estudios, abandonar vicios, liberarnos del pasado, tocar un instrumento, hasta la valoración médica como hoja de ruta para seguir la jornada.
El primero de junio la bola volverá al centro. La gradería luce ayuna de espectadores, no hay más árbitro que la conciencia. A fin de cuentas, la competencia más ruda la libramos al interior de cada uno. Es tiempo de doblegar el rencor, la ira, la gula, el egoísmo, caminar más, abandonar el mullido sillón y lanzarnos a conquistar lo que aún reste de vida.
