Keylor Navas ha vuelto a levantar las barricadas. Providencial el pasado miércoles contra el Atlético, lo volvió a ser el domingo contra el Sevilla, en esos 15 minutos en los que los de Sampaoli pusieron contra las cuerdas al Real Madrid con Jovetic, Correa y compañía. El portero de Costa Rica, que ha vivido en el alambre durante casi toda la temporada, parece haber dejado atrás las inseguridades y los fallos. En el tramo decisivo de la temporada, con el Madrid jugándose la Liga y la Champions a todo o nada, ha recuperado los reflejos y la colocación que había perdido, destaca un informe del diario El País de Madrid.
El artículo de la periodista Eleonora Giovio añade: “La inseguridad, lamentaba, no era sólo física —se operó en junio del tendón de Aquiles, no pudo hacer la pretemporada y empezó más tarde que el resto de sus compañeros—, sino también mental. Le costaba medir los espacios antes de coger el balón y colocarse y le faltaba atrevimiento a la hora de tomar decisiones. En los momentos más complicados de la temporada llegaron incluso a sugerirle que buscara ayuda (psicológica) externa, pero prefirió tirar de su entorno. Se agarró a la fe, a su familia, se enrocó en sí mismo y se pegó a Lluis Llopis, el preparador de porteros del Madrid, para trabajar más”.
“Gracias a Dios seguimos por buen camino, hala Madrid ! Pura vida !, tuiteó Keylor el domingo tras el triunfo, 4-1, ante el Sevilla.
“Keylor, muy inspirado por tierra, mar y aire”, le alabó Marca. “Está firmando un sobresaliente final de temporada”, destacó.
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