Fernando Leñero, Grupo Cuestamoras
Andre: Hace 25 años llegaste a nuestro hogar y al inicio, no supimos interpretar cuan importante serías, cuánta enseñanza, cuánta sensibilidad y felicidad nos traías a nuestras vidas. Sufrimos y gastamos lágrimas antes de entender tu misión y tu potencial. Pero nos has demostrado con abundancia que, desde el primer día, nos traías múltiples sorpresas gratas, desafíos, mucho amor y unión familiar.
Poco a poco aprendimos más y más de tí, de tus habilidades para aprovechar cada una de tus oportunidades y nos enamoramos perdidamente de tí. Y cómo ha valido la pena!! Luchamos con fuerza para romper los paradigmas propios y los de los demás, para permitir que fueran tus propias capacidades las que marcaran tus límites. Y todos experimentamos opciones desafiando temores e incertidumbre.
Queríamos darte siempre más y respondiste a todo con excelencia. Siempre hiciste que el camino fuera dulce, lleno de logros y satisfacciones. Nos has sorprendido cada día con tu ejemplo, tu disciplina, tu empuje y tu determinación. Vas dejando una huella indeleble por donde pasas y en los corazones que tocas. Y abres mentes que al contacto contigo, ablandamos nuestros corazones.
Eres fuente de alegría, de esfuerzo y servicio incansable. Acrecientas los motivos de felicidad de nuestra familia. Es fantástico tenerte entre nosotros y compartir cada momento contigo. En tu desempeño diario, tus logros y exquisitas amistades, vemos retribuidas tantas decisiones, cuando te dábamos independencia, te permitíamos experimentar por tí misma y desafiar retos que parecían muy grandes, pero que te hicieron mejor y más fuerte.
Hoy, al verte llegar a los 25 años, como toda una persona extraordinaria, desbordada de valores, atributos y calidez, segura de tí misma, determinada y capaz de desenvolverte de la mejor forma en toda circunstancia, no podemos menos que agradecerlo y reiterar esa satisfacción.
Es maravilloso saberte feliz, realizada y orgullosa de tus logros. Vivir contigo esa vocación para sembrar cariño y colaborar con todos. Sentir cuánto te admiramos y respetamos por lo que eres, por lo que vales por tí misma. Por la linda y valiosa persona en la que te has convertido.
Gracias Andrea Leñero por el enorme valor que aportas a nuestras vidas y a la de muchas otras amistades que te quieren. Gracias por la felicidad que irradias entre todos los que te amamos y respetamos tanto. Gracias por haber venido a compartir tu vida con nosotros y enriquecer al máximo nuestra experiencia como personas de bien y como familia. Que estos 25 sean la primera etapa de varias, cada vez más lindas, enriquecedoras y desafiantes.
Qué bonito mensaje. ¡Veinticinco años! Cómo pasa el tiempo. Recuerdo cuando nació.
Me uno a la felicidad de don Fernando Leñero. Mis parabienes. Olman M.