Edgar Fonseca, editor PuroPeriodismo.com
Los responsables de la masacre de cinco miembros de una familia en Monte Plata de La Cruz, frontera con Nicaragua, dejaron un mensaje en una de las víctimas, confirmó un alto jefe policial costarricense.
Así lo destaca El Nuevo Diario de Managua que junto a otros medios de dicho país le dan intenso seguimiento a la masacre por contar entre las víctimas a dos ciudadanos de origen de nicaragüense.
La versión la atribuyen a Michael Soto, jefe de Planes y Operaciones del Organismo de Investigación Judicial (OIJ).
Las cinco víctimas fueron asesinadas de un tiro de escopeta calibre 12 en la frente y colocados en la parte posterior de la humilde vivienda que habitaban a un kilómetro de la frontera, una zona considerada de alto riesgo. Uno de los cadáveres estaba esposado. Otro tenía al parecer una bolsa alrededor de su cara.
La masacre fue descubierta la noche del viernes.
La policía pudo llegar hasta el sitio hasta la mañana del sábado y rescató los cuerpos a caballo y en cuadraciclos, dado lo abrupto del terreno.
Posible “ajuste”
Las autoridades –destaca Nuevo Diario– investigan si la masacre, fue por un ajuste de cuentas, debido al método utilizado que fue disparo con escopeta y porque dejaron un mensaje en uno de los cuerpos.
Los agentes movilizados al remoto sitio encontraron un mensaje en uno de los cuerpos, pero lo van a mantener de forma confidencial porque se trata de un “elemento importante en la investigación”, dijo el oficial Soto del OIJ, según Nuevo Diario
La tesis inicial que manejan sobre el móvil de los asesinatos es un posible “ajuste de cuentas”, dijo Soto a la prensa.
“Son cinco víctimas con lesiones por arma de fuego y de acuerdo al análisis criminal del lugar se trata de un posible ajuste de cuentas, lo que tenemos que terminar es el por qué se dio este ajuste, eso se mantiene en investigación”, afirmó Soto, según El Nuevo Diario.
Las víctimas son el costarricense Isaías Bonilla Bonilla y su esposa, la nicaragüense con cédula de residencia Paula Romero Romero, una pareja de adultos mayores, así como sus hijos Wilberth Bonilla Romero, de 26 años, y Walter Bonilla Romero, de 24 años, sin antecedentes penales.
El otro sujeto fue identificado como Carlos Alberto Pacheco, de 26 años, un nicaragüense con cédula de residencia y yerno de los adultos mayores. Este sujeto contaba con antecedentes por portación ilegal de arma. La finca está ubicada en la localidad de Monte Plata, en La Cruz de Guanacaste, a un kilómetro de la frontera con Nicaragua.