Edgar Fonseca, editor, PuroPeriodismo.com
Antonio Alvarez Desanti “tiene, por ahora, el margen más cercano al 40% necesario para triunfar en las elecciones del próximo 4 de febrero, pero no le será fácil”, advierte el analista Vladimir de la Cruz al desgranar los resultados de la reciente encuesta CIEP-UCR que coloca al candidato del PLN al frente de las intenciones de voto.
“Sin lugar a dudas, Antonio Alvarez Desanti y Liberación Nacional tienen, por ahora, el margen más cercano al 40% necesario para garantizar su triunfo electoral. Aún así no le será fácil”, ratificó el veterano historiador e ideólogo de izquierda a consulta de PuroPeriodismo.com.
Tras trascender la encuesta, Álvarez Desanti dijo estar seguro que triunfará con el 43,7% del respaldo en primera ronda.
Su apuesta no gustó entre los coordinadores de la encuesta que sostienen que el candidato interpretó los datos a su favor.
El peso de los indecisos
Los indecisos son electores que no han tomado aún un decisión. Ese es su real expresión, pero son electores que van a votar. Si no han decidido es porque aún no está totalmente claro el panorama de todos los candidatos presidenciales, y menos claro está el de los candidatos a diputados. Es natural que así sea, que así se expresen los indecisos. Según la encuesta del CIEP ronda en el orden del 60% actualmente. Esto no es una desconexión de los electores con sus partidos, sencillamente es una postura de análisis de la situación, sin apego partidario a escoger la mejor opción que le presenten al elector los partidos. La encuesta dice que los indecisos son mayoritarios entre los menores de 34 años pero los identifica como informados y educados.
Si se tienen los datos de intención de voto, ya decidido, lo mejor para interpretar la decisión de los votantes aún indecisos, es usar el mismo criterio de repartición porcentual. Veamos.
Según la encuesta del CIEP el 75 % sí va a votar. De estos el 54% asegura asistir a las urnas y el 42 % está indecisa de hacerlo. No caen en la categoría de abstencionistas, que son el 25%.
De los que están decididos a votar lo harán por Antonio Alvarez el 25%, por Rodolfo Piza un 11, por Carlos Alvarado un 8% y por Juan Diego Castro con 5.8%.
A mi modo de ver, o interpretar, la intención final de votos es indicando que el 42% de indecisos se divida de igual manera por Antonio Alvarez el 25%, por Rodolfo Piza un 11, por Carlos Alvarado un 8% y por Juan Diego Castro con 5.8%, con lo cual el resultado final, de esta encuesta, considerando los indecisos, más los decididos, desde mi perspectiva es, entonces, por Antonio Alvarez el 35,5%, por Rodolfo Piza un 15,62, por Carlos Alvarado un 11,36% y por Juan Diego Castro con 8,2%.
Desde este punto de vista, sin lugar a dudas, Antonio Alvarez Desanti y Liberación Nacional tiene, por ahora, el margen más cercano al 40% necesario para garantizar su triunfo electoral. Aún así no le será fácilS
Son los principales cuatro candidatos
Eso es lo que interpreto de la encuesta. Recuerde que en encuestas pueden sacarse diferentes interpretaciones por el análisis de los datos que ellas dan. Probablemente a algunos no le ha de gustar ese análisis que hice anteriormente que coloca a Antonio Alvarez a menos del 5% del 40% necesario para ganar. Pero esa es una interpretación. Así, como a otros en nada les guste que el cuarto contendor sea, en este momento, Juan Diego Castro. Aquí no importa si el empuje de Juan Diego lo hace él y no su partido. Lo importante es que debajo de él ni partidos ni candidatos puntean como él, ni están disputando ese lugar destacado. Hay que entender que en el caso de Juan Diego ha sido un maestro en fabricar y crear noticias, como elementos llamativos de su figura y su “campaña” que ha logrado calar y reconocerse a escala nacional, con fuerza en el Valle Central.
Con Liberación están los electores mayores de 35 años, con nivel educativo, más mujeres que hombres
Es natural que así sea. Son las personas que quizá tengan mayor conciencia del peso del partido Liberación Nacional en el desarrollo institucional, políticos, socioeconómico del país desde 1953 hasta hoy, el que haya gobernado 9 de 16 veces, el que haya desarrollado la clase media, las instituciones de las Garantías Sociales. En el inconsciente ciudadano esto ha de pesar para valorar positivamente el paso de Liberación Nacional en la Historia reciente del país. Algo parecido ocurre con la Unidad Social Cristiana. Lo bueno del país se le debe a estos dos partidos que han ejercido la Presidencia de la República desde 1953, más el aporte de lo que se pueda hacer del legado que deje el gobierno de Luis Guillermo Solís, de Acción Ciudadana. También se podría pensar que lo malo del país se le debe, proporcionalmente, a estos tres partidos que son los únicos que han gobernado. Pero, para estos partidos está el desafío de destacar sus cosas positivas y para sus contrincantes sus cosas negativas. Este puede ser parte de la estrategia electoral próxima. Por ahora, lo positivo pesa en los encuestados.
Los electores son como truchas…
Todos los partidos políticos tratan de pescar en el mismo estanque de votantes, en el 100% de los votantes, en el 75% que dice la encuesta que están decididos a votar, y en el 25% que abstencionistas recibirán un mensaje para hacerlos votar. Todos los partidos pescan en el mismo estanque de los indecisos a votar, que sí van a votar pero que aún no han decidido, y tratar de modificar en ellos la decisión porcentual que podría caberles similar a la de los decididos. Todos los partidos pescan en el mismo territorio nacional, provincial, cantonal y distrital, dependiendo del grado de organización partidaria que tengan a esa escala, y del grado publicitario con que puedan llegar a cubrir ese estanque. Cuando uno llega a un estanque a pescar truchas, como los muchos que hay, encuentra las truchas dispuestas a ser pescada, pero a veces no resulta tan fácil pescar. Hay áreas del estanque donde pican más y hay espacios donde no pica ni una, hay truchas que muerden el anzuelo, se llevan la carnada y se escapan. Así son también los electores. El estanque territorial electoral los partidos políticos, especialmente los que participaron en las elecciones nacionales del 2014, y en las municipales del 2016, lo conocen, saben donde obtuvieron más cantidad de votos y donde menos, desde los distritos hasta las provincias. La encuesta del CIEP aporta datos de los encuestados que los partidos tienen que comparar y analizar con sus propias bases de datos de esas elecciones, para ver sus debilidades y fortalezas a partir de esta encuesta.
Próxima entrega: el abstencionismo, el voto joven y el bipartidismo
(Respuestas de Vladimir de la Cruz, el 16 de setiembre del 2017, al periodista Edgar Fonseca, del diario digital PuroPeriodismo.com, sobre Encuesta CIEP publicada en el Semanario Universidad, en la edición del 9 de agosto del 2017)
¿Qué opinión le merece la encuesta del CIEP, de la UCR, en sus resultados?
Me merece el respeto que toda encuesta me produce, sabiendo que solo refleja un momento de la realidad política nacional, que es el momento comprendido entre el 17 y el 26 de julio pasado. Aún así, en mi caso desearía que la encuesta en su totalidad se hiciera, de ser posible en un día o dos a lo sumo, porque cuando se produce en el curso de nueve días, en esos días pueden producirse sucesos nacionales y políticos que alteran o influyen en la decisión y la opinión de los encuestados de manera diferente a los que fueron interrogados de primero, o en los primeros días, respecto de los últimos. Pero, aún así, se les da el valor de confiabilidad de sus resultados.
Técnicamente la encuesta usó el acceso de los encuestados privilegiando la tenencia de teléfonos celulares, que se dice tiene el 98%, mientras que el teléfono residencial alcanza solo el 47%, lo que le puede dar mayor credibilidad y acierto en sus resultados.
¿Le parece la comparación de encuestas que se hace, con las elecciones del 2013-2014, en el mismo período, a cinco meses prácticamente de las elecciones?
Las encuestas se pueden comparar en sus resultados numéricos, pero no en las condiciones objetivas y subjetivas que las producen.
Primero, hay que destacar que cada proceso electoral tiene su propia especificidad, su propia realidad, y sus propios partidos y candidatos, aunque puedan repetirse partidos, y hasta algunos candidatos.
Segundo, los candidatos de los partidos principales, en el 2014, en este mismo momento eran otros: Johnny Araya de Liberación Nacional, Rodolfo Hernández del PUSC, Otto Guevara del Movimiento Libertario, y Luis Guillermo Solís y José María Villalta, que en ese momento estos dos últimos apenas asomaban orejas. Hoy son otros los importantes: Antonio Alvarez Desanti, de Liberación Nacional, Rodolfo Piza, de la Unidad Social Cristiana, Carlos Alvarado de Acción Ciudadana, que son los tres que puntean el liderazgo en la carrera presidencial, en esta ocasión, en esta encuesta. En este caso, Otto Guevara y el candidato del Frente Amplio, Edgardo Araya, han sido desplazados por Juan Diego Castro, de Integración Nacional.
Esto es lo que no se puede comparar, porque estos personajes pesan de distinta manera hoy que los candidatos del 2013.
Tercero, para cada proceso electoral se diseña una estrategia electoral, por parte de los partidos políticos y los candidatos, que tiene que ver con la forma como se presente al electorado, o como “se venda su figura”, y como se escojan los candidatos a derrotar, que cada partido define como principales, o sobre los cuales se pueda sobrevolar mejor. Esta encuesta no trata este tema, y eso puede hacer variar sustancialmente la comparación, en la posibilidad de su proyección hacia febrero del 2018.
Cuarto, la encuesta del 2013, se hizo bajo un gobierno de Liberación Nacional, y el tema de fondo era si Liberación Nacional podía ir a un tercer gobierno consecutivo, que era lo más amenazante a los partidos opositores, porque en la historia nacional desde 1953 nunca había habido una reelección de ese tipo. Lo más era un gobierno seguido, pero no dos. En esa ocasión Liberación Nacional ni su candidato pudieron justificar por qué era importante que Liberación Nacional continuara en el gobierno, y por qué un tercer gobierno era necesario. En esta ocasión, estamos con un gobierno de Acción Ciudadana y solo el Partido Acción Ciudadana y su candidato pueden justificar su continuidad, un gobierno más, lo que se ha aceptado para Liberación Nacional en tres ocasiones, 1974, 1986 y 2010, y para la Unidad Social Cristina, en una, en el 2002.
Quinto, si es por la práctica de los partidos políticos en el seno parlamentario, también pesa su percepción pública, especialmente para la encuesta actual, por cuanto esa comparación para la memoria de los encuestados, con relación al 2013, carece de toda validez y eficacia por la pérdida de la memoria de esa situación. Pero, la actual si está muy presente en los electores, sobre todo la negativa imagen del Frente Amplio, como fuerza legislativa y como grupo de diputados, lo que los perjudica mucho en la percepción de los encuestados, cuando tienen un diputado, igual que hace cuatro años, de candidato presidencial.
¿El número de candidatos pesa?
En la práctica en las elecciones últimas hemos tenido en promedio 11 candidatos a la Presidencia de la República. En la próxima pareciera que no a va a ser diferente. La relación con las encuestas en cuanto a número de candidatos pareciera igual, salvo que a la hora de encuestar se discriminen candidatos en la forma de preguntar, sea que se pregunta por algunos, previamente escogidos, y se deja el resto como “otros”, o que de manera democrática se coloque a todos en la pregunta, sin dejar abierta la pregunta por “cual candidato, sin mencionar a ninguno, votaría usted?”, obligando al entrevistado a que por su propia memoria elabore toda la lista para definir por cual va a votar.
¿Cree que la edad de los candidatos influirá en la decisión de los votantes, como se dice, en la interpretación de la encuesta, que Carlos Alvarado podrá influir más, en los votantes más jóvenes?
No estoy seguro de esta afirmación tan categórica. Los votantes menores de 40 años se los disputan desde esa perspectiva Carlos Alvarado que tiene 37 años y Sergio Mena que tiene 40. Los votantes menores de 40 años, en términos generales, significan apenas 1.300.000 votantes de la totalidad de 3.200.000. De manera que 1.900.000 votantes son mayores de 40 años y el grueso de los candidatos es mayor de 40 años. Si tenemos en cuenta que los abstencionistas, en los procesos electorales, son en mayor cantidad en los sectores más jóvenes de votantes y en los de mayor edad, de manera que este sentido se afecta más ese impacto sobre la imagen de que el o los candidatos más jóvenes atraerán más a este sector. Aquí no operan las segregaciones poblaciones que se hacen a los efectos mercantiles y de mercado de dividir a la población, en este caso electoral, en generaciones X, Y u otras, de carácter electoral. Ni si siquiera se puede dividir la población por lo que le es más natural, por género, para determinar su intención de voto por cuanto tampoco hay urnas electorales que recojan los votos por mujeres o por hombres. La información de la encuesta apunta a que en el caso de Liberación Nacional y la Unidad Social Cristiana los simpatizantes que tienen están entre los adultos, los adultos mayores, lo de mayor edad, las mujeres, los de baja educación y poca riqueza, que pareciera no ser esa población “joven” que gravita como un fantasma para las interpretaciones y análisis de encuestas.
¿Que opinión le merece que en la encuesta del CIEP se baja un poco el abstencionismo?
Me parece muy bien que se reduzca el abstencionismo o la intención abstencionista. Eso dice mucho del comportamiento del electorado. Si es así, hay que entender que ha mejorado la percepción ciudadana del proceso electoral, se ha logrado mayor confianza en el proceso electoral, en el sistema democrático, en el fortalecimiento de la conciencia cívica, ciudadana. Pero sobretodo, se ha auto valorado el propio votante, porque cuando la persona, o el votante, decide ir a votar, o está dispuesto a ir a votar, este votante lo va a hacer no solo por cumplir un objetivo electoral, por simpatizar por tal o cual partido o candidato, no lo hace por motivos estratégicos o tácticos, ni lo va a hacer por ir a ganar o perder, sino porque ha llegado a la conclusión racional de que es un deber ciudadano hacerlo. Cuando el elector vota lo hace por sí mismo y para sí mismo. En cada voto de los electores cada uno de ellos gana si en conciencia cada uno al votar lo hace creyendo que ha hecho la mejor elección de la oferta que hay. En este sentido no hay votantes perdedores, solo hay votantes ganadores. El resultado de cómo se repartan estas intenciones y decisiones de voto son las que va a definir cuál obtuvo la mayor cantidad para definir un candidato ganador, sobre la suma de todos los votantes que ganaron votando cada uno por su mejor opción. El el voto el ciudadano se dignifica, exalta la democracia y fortalece el sistema y el proceso electoral.
¿Cree que las corrientes históricas del calderonismo y el figuerismo sigan pesando?
La encuesta señala que el peso de esas corrientes en el electorado, en las familias y al interior de las mismas, se ha debilitado. Ya no se definen las intenciones electorales por lo que decida el abuelo, el padre o la madre. Hoy los hijos tienen su propia percepción de los partidos, los candidatos y la política y toman sus propias decisiones, aún cuando puedan ser contrarias a las de sus padres o abuelos. Esto se vio con bastante fuerza en la elección del 2014, de manera que para estas elecciones del 2018 se va a continuar con esa tendencia democrática, porque es en este sentido que la sociedad y las familias costarricenses han avanzado, haciéndose más tolerantes y abiertas, fomentando y fortaleciendo la libertad individual y respetando las decisiones personales de los votantes. Recuerdo que en las elecciones de 1998, cuando yo era candidato presidencial de Fuerza Democrática, en varias ocasiones, en restaurantes, se me acercaban padres o madres con sus hijos, ellos identificados con signos políticos diferentes al de Fuerza Democrática, a solicitarme una firma para su niño, y en alguna ocasión hasta una foto con él, porque el niño que me llevaban eran simpatizantes de mi candidatura o del partido porque les había gustado la propaganda que realizábamos. Desde esa época había ya padres tolerantes y respetuosos de las decisiones de su niños, y esos niños del 98 son lo que hoy ya son nuevos votantes. Ni siquiera pesaron esas corrientes, figuerismo y calderonismo para las luchas internas, y convenciones, en Liberación Nacional y la Unidad Social Cristiana. En esos partidos pegaron más fuerte otras corrientes, el arismo y el pizismo, sin lugar a dudas, que no son esas corrientes históricas.
¿Perdió fuerza el bipartidismo clásico, el de Liberación Nacional y la Unidad Social Cristiana?
Ambos partidos siguen existiendo, ambos partidos puntean como primeros en las preferencias de los votantes, según la encuesta del CIEP, ambos partidos siguen existiendo con ánimo de volver a gobernar el Poder Ejecutivo, de dirigir los destinos nacionales de la Administración Pública. No veo que hayan perdido fuerza. La historia electoral del país desde 1953 nos ha mostrado que de los 16 gobiernos que ha habido, 9 los ha ejercido Liberación Nacional, 6 los grupos anti Liberación Nacional, de ellos 3 gobiernos por la Unidad Social Cristiana, y un gobierno por Acción Ciudadana. La historia electoral también nos enseña que Liberación y la Unidad han gobernado dos veces continuas, 1974 y 1978, 1982 y 1986 y 2006 y 2010, y 1998 y 2002, respectivamente, lo que significa que han perdido dos veces el ejercicio de gobierno, y que en el caso de Liberación Nacional, que es el que puntea en esta encuesta, lo ha recuperado. Y cuando no lo perdían dos veces, lo perdían una vez alternando. Esto es lo que llamamos el bipartidismo en el ejercicio de Gobierno. Desde el el 2014 entramos a una nueva fase, el tripartidismo en el Poder Ejecutivo, cuando el partido Acción Ciudadana desplaza a esos otros partidos y hoy disputa continuar en el gobierno. En la Asamblea Legislativa hemos tenido bipartidismo legislativo cuando dos partidos, Liberación Nacional y la Unidad Social Cristiana dominaban aplastantemente a los otros y ellos por sí podían tomar acuerdos. Desde 1998 esto ya no sucede así. Pero, desde el punto de vista de representación parlamentaria la Asamblea casi siempre ha sido multipartidista.
Para la elección del 2018 no se puede partir de que hay dos partidos, aunque dos de ellos lleven la ventaja en opiniones de encuestas. Hay tantos partidos como queden inscritos finalmente, por ahora alrededor de 11. Todavía no hay nada escrito en piedra. La atomización de la Asamblea Legislativa es aparte. Todavía los partidos ni siquiera ha terminado de definir cuales son sus candidatos. Cuando esto se defina probablemente también ello influya en las siguientes mediciones de encuestas porque los electores apreciarán, sobre los candidatos y sus partidos, a los candidatos a diputados, para decidir de manera más firme si votan por las dos papeletas o por si parten el voto.
¿Qué opinión le merece que la imagen de los partidos en la encuesta del CIEP está en el suelo?
Me parece que responde a esa campaña, fina, sutil, a veces descarnada, que se ha venido haciendo por años contra la imagen de los partidos, también de los políticos y de la política, en general, de modo negativo, nefasto y corrupto, y contra las mismas instituciones públicas y la propia imagen de los poderes de Estado. Tampoco los partidos han hecho nada por mejorar su percepción. Hace mucho tiempo los partidos políticos dejaron de opinar, de realizar foros o conferencias, como organizaciones, sobre los temas importantes del país, han dejado de actuar como organizaciones permanentes en la formación de sus propios cuadros.
Pocos partidos políticos tienen local públicamente reconocido e identificable. La mayoría alquila locales en el período electoral y dentro del plazo de la campaña, para poderlo justificar en sus gastos electorales frente al eventual derecho de deuda que puedan llegar a tener si sacan el 4%de votos o eligen un diputado.
Tampoco el órgano electoral, el Tribunal Supremo de Elecciones ha contribuido, con su institucionalidad y su propio edificio, para mejorar esta imagen de los partidos, para fomentar debates públicos entre todos los partidos, los que tiene representación parlamentaria y no, pero que están debidamente inscritos en el Registro Electoral de partidos políticos, fuera y dentro de los procesos electorales.
Cuando algún funcionario público comete un error o una falta, calificable de corrupción, inmediatamente le caen encima a todos los funcionarios, a todos los políticos, a todos los partidos y a la política. Grave error se hace en este sentido informativo y formativo. Se le debe caer duro al funcionario específico, que es quien comete la falta. Esto ha deteriorado el respeto por la institucionalidad, la democracia como sistema y modo de vida, y ha debilitado el régimen y el sistema de partidos políticos y la Política, y ha ido creando las bases subjetivas para alentar cualquier tipo de populismos o corrientes políticas antisistema, antidemocráticas, anti políticas y anti partidos políticos que puedan desarrollarse con algún éxito, más parlamentario que ejecutivo.
Por eso es que los partidos ceden su espacio al protagonismo de sus candidatos principalmente. Esto tiene que ver también con la cultura electoral nacional que hace gravitar los procesos electorales en las figuras presidenciales y no en la discusión de sus Programas de Gobierno o de sus ofertas electorales. En esta situación uno puede encontrar partidos muy fuertes, Liberación Nacional, con candidato de imagen débil, Antonio Alvarez; partidos muy débiles, Unidad Social Cristiana, con candidato muy fuerte, Rodolfo Piza, partido como Acción Ciudadana débil con un candidato débil, y un partido casi inexistente y desconocido, Integración Nacional, con un candidato muy fuerte, Juan Diego Castro. Esta situación se refleja en esta encuesta.
Hasta hoy, en todas las encuestas publicadas, lleva la ventaja Antonio Alvarez y Liberación Nacional. Le sigue Rodolfo Piza y la Unidad Social Cristiana. En todas las encuestas aparece Juan Diego Castro, él como candidato, punteando el tercer lugar. De mantenerse esta situación así va a llegar a febrero, como una realidad real, disputando el tercer lugar.
¿Por qué Acción Ciudadana solo recibe la intención de apoyo de menos de una décima parte del apoyo que recibió en la elección de abril del 2014?
Es natural que así sea. No es correcto comparar para Acción Ciudadana los votos obtenidos en abril del 2014. Los votos con los que hay que compararlo es con los de febrero del 2014. Esos son sus votos reales. Lo de abril fue la suma de todo el anti liberacionismo. Si fuera la comparación con los de febrero su porcentual giraría alrededor del 20%, lo que es más respetable, y por eso es que realmente puntea en esta ocasión de tercero en la intención de voto, además de ser Gobierno, lo que le da cierta fuerza y hasta ventaja para muchos efectos.
¿Cómo valora los indecisos?
Los indecisos son electores que no han tomado aún un decisión. Ese es su real expresión, pero son electores que van a votar. Si no han decidido es porque aún no está totalmente claro el panorama de todos los candidatos presidenciales, y menos claro está el de los candidatos a diputados. Es natural que así sea, que así se expresen los indecisos. Según la encuesta del CIEP ronda en el orden del 60% actualmente. Esto no es una desconexión de los electores con sus partidos, sencillamente es una postura de análisis de la situación, sin apego partidario a escoger la mejor opción que le presenten al elector los partidos. La encuesta dice que los indecisos son mayoritarios entre los menores de 34 años pero los identifica como informados y educados.
Si se tienen los datos de intención de voto, ya decidido, lo mejor para interpretar la decisión de los votantes aún indecisos, es usar el mismo criterio de repartición porcentual. Veamos.
Según la encuesta del CIEP el 75 % si va a votar. De estos el 54% asegura asistir a las urnas y el 42 % está indecisa de hacerlo. No caen en la categoría de abstencionistas, que son el 25%.
De los que están decididos a votar lo harán por Antonio Alvarez el 25%, por Rodolfo Piza un 11, por Carlos Alvarado un 8% y por Juan Diego Castro con 5.8%.
A mi modo de ver, o interpretar, la intención final de votos es indicando que el 42% de indecisos se divida de igual manera por Antonio Alvarez el 25%, por Rodolfo Piza un 11, por Carlos Alvarado un 8% y por Juan Diego Castro con 5.8%, con lo cual el resultado final, de esta encuesta, considerando los indecisos, más los decididos, desde mi perspectiva es, entonces, por Antonio Alvarez el 35,5%, por Rodolfo Piza un 15,62, por Carlos Alvarado un 11,36% y por Juan Diego Castro con 8,2%.
Desde este punto de vista, sin lugar a dudas, Antonio Alvarez Desanti y Liberación Nacional tiene, por ahora, el margen más cercano al 40% necesario para garantizar su triunfo electoral. Aún así no le será fácil.
¿Para usted está claro que estos son los principales cuatro candidatos?
Eso es lo que interpreto de la encuesta. Recuerde que en encuestas pueden sacarse diferentes interpretaciones por el análisis de los datos que ellas dan. Probablemente a algunos no le ha de gustar ese análisis que hice anteriormente que coloca a Antonio Alvarez a menos del 5% del 40% necesario para ganar. Pero esa es una interpretación. Así, como a otros en nada les guste que el cuarto contendor sea, en este momento, Juan Diego Castro. Aquí no importa si el empuje de Juan Diego lo hace él y no su partido. Lo importante es que para debajo de él ni partidos ni candidatos puntean como él, ni están disputando ese lugar destacado. Hay que entender que en el caso de Juan Diego ha sido un maestro en fabricar y crear noticias, como elementos llamativos de su figura y su “campaña” que ha logrado calar y reconocerse a escala nacional, con fuerza en el Valle Central.
¿Por qué cree usted que en la Encuesta del CIEP la mayor simpatía hacia Liberación Nacional está en las personas mayores de 35 años, con nivel educativo, más mujeres que hombres?
Es natural que así sea. Son las personas que quizá tengan mayor conciencia del peso del partido Liberación Nacional en el desarrollo institucional, políticos, socioeconómico del país desde 1953 hasta hoy, el que haya gobernado 9 de 16 veces, el que haya desarrollado la clase media, las instituciones de las Garantías Sociales. En el inconsciente ciudadano esto ha de pesar para valorar positivamente el paso de Liberación Nacional en la Historia reciente del país. Algo parecido ocurre con la Unidad Social Cristiana. Lo bueno del país se le debe a estos dos partidos que han ejercido la Presidencia de la República desde 1953, más el aporte de lo que se pueda hacer del legado que deje el gobierno de Luis Guillermo Solís, de Acción Ciudadana. También se podría pensar que lo malo del país se le debe, proporcionalmente, a estos tres partidos que son los únicos que han gobernado. Pero, para estos partidos está el desafío de destacar sus cosas positivas y para sus contrincantes sus cosas negativas. Este puede ser parte de la estrategia electoral próxima. Por ahora, lo positivo pesa en los encuestados.
¿Pescan en el mismo estanque Liberación Nacional y la Unidad Social Cristiana?
Todos los partidos políticos tratan de pescar en el mismo estanque de votantes, en el 100% de los votantes, en el 75% que dice la encuesta que están decididos a votar, y en el 25% que abstencionistas recibirán un mensaje para hacerlos votar. Todos los partidos pescan en el mismo estanque de los indecisos a votar, que sí van a votar pero que aún no han decidido, y tratar de modificar en ellos la decisión porcentual que podría caberles similar a la de los decididos. Todos los partidos pescan en el mismo territorio nacional, provincial, cantonal y distrital, dependiendo del grado de organización partidaria que tengan a esa escala, y del grado publicitario con que puedan llegar a cubrir ese estanque. Cuando uno llega a un estanque a pescar truchas, como los muchos que hay, encuentra las truchas dispuestas a ser pescada, pero a veces no resulta tan fácil pescar. Hay áreas del estanque donde pican más y hay espacios donde no pica ni una, hay truchas que muerden el anzuelo, se llevan la carnada y se escapan. Así son también los electores. El estanque territorial electoral los partidos políticos, especialmente los que participaron en las elecciones nacionales del 2014, y en las municipales del 2016, lo conocen, saben donde obtuvieron más cantidad de votos y donde menos, desde los distritos hasta las provincias. La encuesta del CIEP aporta datos de los encuestados que los partidos tienen que comparar y analizar con sus propias bases de datos de esas elecciones, para analizar sus debilidades y fortalezas a partir de esta encuesta.
¿Cuáles son los principales temas a enfrentar por los partidos políticos?
La encuesta del CIEP señala como problemas nacionales la inseguridad, el desempleo, el costo de la vida, el desequilibrio financiero o la situación fiscal, la atención de salud pública. La corrupción ha sido desplazada como tema central de la campaña electoral y de resultado en las encuestas, al menos hasta ahora. De manera especial la Encuesta del CIEP al destacar la figura de Juan diego Castro pone de relieve el empleo de la mano dura a la clase política, el desafío a la clase política, y en cierta forma lo que podría ubicarse en manifestaciones populistas.
Obviamente, hay otros problemas importantes en el país, que estarán en la campaña, en función de la importancia que cada partido les asigne y de a qué sectores quieran llegarles.