Marcela Delgado, directora San Carlos Digital *
A todas luces, Crucitas era uno de los proyectos de desarrollo más grandes del cantón.
Significaba ingresos millonarios al Estado y a la Municipalidad de San Carlos por pago de impuestos. Era generador de empleo, formación, educación y mejora en infraestructura. Con un programa de Responsabilidd Social envidiable.
Lo se, por que lo viví.
Industrias Infinito junto a Coopelesca llevó electricidad a las comunidades involucradas. Junto a la Municipalidad habilitó caminos y puentes. Junto al INA llevó un centro de formación a Coopevega, donde por ejemplo capacitaron a las mujeres que hacían las sábanas, uniformes y demás que se usaban en el campamento. Instruían a quienes luego eran secretarías, cocineras y demás, mientras los hombres trabajaban en la finca.
Capacitaron en producción de tilapia y la comunidad hasta abrió un centro turístico. Los niños tenían mejoras en las escuelas. Eran 8 comunidades beneficiadas: Jocote, Llano Verde, Moravia y otras. Crucitas tuvo escuela nueva. Hubo nuevos pozos habilitados. Sí, había detractores en las comunidades pero la mayoría aplaudía aquella ayuda que nunca ningún gobierno, ni el local había llevado.
La lucha ambientalista fue justa…! Fue a quemarropa en defensa de un principio básico para ellos pero para mí, el error estuvo en que no fue integral.
Los dejaron en el olvido
A veces lo moral no puede pasar por encima de una realidad injusta para muchos pobladores, que solo ellos conocen tal cual.
En la lucha no se argumentó soluciones posteriores a esas comundades que de nuevo quedaron en el olvido.
Luego de eso fui a Crucitas, y era un pueblo fantasma. Solo 4 niños en la escuela, caminos de horror, y sin trabajo.
Si enterrar el proyecto hubiese tenido un plan b, ahorita no estaría pasando esto. No es culpa del actual gobierno, que solo tiene 3 años. El proyecto se cayó en 2010. ¿Qué hicieron los otros gobiernos? ¿Qué hicieron antes los que se opusieron?
Es tan simple, aunque quieran decir lo contrario, que nadie se imaginó que de nuevo las comunidades más pobres del cantón quedarían en el olvido…
No hay aparato estatal ni municipal que pueda sostener esas 8 comunidaded como la hacía una transnacional, que sí: tenía un interés multimillonario, pero que dejaba 8 pueblos consolidados y con beneficios a 10 años plazo tras su salida al terminar operaciones y mejor, aún dejaba infraestructura y gente capacitada para poder sobrevivir luego. Por ejemplo yo imagino a esas mujeres cooperativizadas con una industria que atienda la ropa de cama de los hoteles en Fortuna, por ejemplo.
¿Ven mi punto?
Traerselo abajo no fue el error, digamos. Fue no garantizar la continuidad del desarrollo por medio de iniciativas privadas, por que si esperabamos al Estado, eso iba a ser tierra de nadie…PERDON! Ya lo es!!!
El error no fue traerselo abajo, fue esperar que el Estado asumiera el desarrollo de los pueblos.
- Del Facebook de la periodista Marcela Delgado
