Edgar Fonseca, editor
Dramático
Escalofriante.
Imborrable.
Costa Rica logró su quinto pase a un mundial esta noche de sábado en uno de los partidos más electrizantes de la historia, en el minuto final de reposición cuando ya Honduras celebraba.
Fue un triunfo de sangre, sudor y lágrimas con ese brutal cabezazo de la torre de Kendall Waston a pase magistral de Bryan Ruiz.
¡Quién no sí, Bryan!
Honduras ratificaba hasta ese minuto 95 ser la “bestia negra” del fútbol tico.
Una tarde esplendorosa, una sombra amenazaba…
En una tarde esplendorosa, tras el temporal que azotó al país, La Sabana lució espectacular para el choque.
Pero la sombra de la Honduras con sus grandes daños al futbol tico en capítulos imborrables, de una Honduras urgida de puntuar, por poco nos causa otra amargura mayor.
Honduras nos sacó del Mundial Alemania 1974, cuando nos fulminó con un agónico empate, 3-3, en el último minuto en un partido infame en el Saprissa, el 10 de diciembre de 1972.
Los hondureños empataron en el último suspiro tras ir perdiendo 3-0, en una de las jornadas de mayor vergüenza para el futbol tico.
Y nos dejó fuera del Mundial Sudáfrica 2010 al guindarse de un maldito empate de EE.UU. ante los ticos en 2009.
Hasta el último minuto
Anoche quedó firme aquel adagio de que “el futbol no hay nada escrito hasta el último minuto”, y más si es el de reposición.
Más si es en el último centro al área.
Más si con ese cabezazo de oro de la perla negra de Waston, nos montaba directo a Moscú.
Hasta ese minuto 95, los ticos corrían la misma suerte de sus fantasmas con Honduras.
Conforme el libreto del astuto y sagaz Jorge Luis Pinto, los catrachos chinearon el empate del primer tiempo, y sabían que a la primera que tuvieran en el segundo tiempo, nos hacían daño y nos metían en el peor calvario.
Y así fue.
Honduras amarró, encerró, enredó, amenazó y tuvo al borde del “knock out” a la escuadra Tricolor.
Demasiado sufrimiento para un equipo que acababa de dar un golpe de autoridad ante EE.UU. en New Jersey.
En el minuto 65 el delantero catracho, Eddie Hernandez, cazó solo, entre dos ticos, un centro al área y cabeceó, letal.
Navas, nuestro héroe del Real Madrid, de la Champions League, miró impotente aquel dardo venenoso en su cabaña.
Pero no se inmutó.
Silencio sepulcral en La Sabana que veía desmororonarse la ilusión de clasificar en casa para Rusia 2018.
Pero esta generación de oro del futbol tico no cede, no cede y no cede hasta el último minuto.
Y en el último suspiro, un balón milagroso cruzó la banda derecha hasta llegar a los pies de Bryan.
Encima tenía a tres catrachos y se deshizo de ellos. Les amagó, les ganó la partida; amarró, dominó, cuidó y retuvo balón por la banda derecha hasta que se volteó.
Y levantó su mirada hacia el centro del área.
Todos la levantamos con él la mirada…
Y globeó aquel balón.
Todos lo globeamos…
Y síiiiiiiiii, ahí estaba Waston, esta que sí es la “bestia negra” de Honduras y aguantó aquel centro.
Y en aquella agonía, que todos vivimos, se levantó, y clavó el testarazo más bello que hayamos visto en la historia del fútbol tico.
Minuto 95.
Toooooodos lo gritaaaaaamos!
Golaaaaaaaaazo de MUNDIAL!!!
El estadio explotó
El país explotó.
Costa Rica cazó su quinto pase a un mundial de fútbol con sangre, sudor y lágrimas.
¿En dónde sino en el fiutbol se puede vivir algo tan tremendo, tan dramático, tan escalofriante?
¡Bendito sea el fútbol!
Habían pasado 45 años para que el fútbol tico se sacara su mayor espina con los catrachos.